El hijo de Remote aparece como candidato en el Especial Maldivas, donde se enfrenta con varios rivales complicados, como Martell
LA PLATA.- El Especial Maldivas, con 1100 metros de recorrido y abierto para caballos desde los 5 años con 3 o más triunfos, será la prueba central de la entretenida jornada de esta tarde en el Bosque. Serán 10 los participantes, que se esforzarán al máximo por conseguir los escasos 541.200 pesos de premio para el ganador.
Desde Palermo viajará Eliceo, crédito de Edgardo Martucci y del Stud Rodolfo Pedro que se viene comportando positivamente en las pruebas de velocidad y que ahora dará un paso atrás en el nivel en busca de volver al triunfo. El hijo de Remote, que llevará 54 kilos, fue segundo del crack Luthier Blues (Le Blues) en el Clásico Diamond Jubilee para luego finalizar quinto en el Handicap Día del Médico Veterinario, corriendo pesado.
Desde adentro arrancará Martell (Ilusor, 58), que vuelve al ruedo después de 239 días de inactividad y con ganas de recuperar el tiempo perdido. Ganado del Clásico Juan Lapistoy y del Handicap Intérprete, el vástago de Ilusor se despidió con un quinto de Clairemont (Cima de Triomphe) en el Handicap Parlanchín del norte.
Martell es preparado por Luciano Cerutti, que tendrá otra carta importante en Velay No Se (True Cause, 54), que en su última salida cayó ajustadamente ante Perfect Sir (Perfecperformance, 56), al que ahora le pedirá la revancha, pues este último también estará en los partidores. Antes, el hijo de la recordada sprinter Venerancia (Lode) había sumado varias actuaciones de valor, incluso llegando segundo a la cabeza de Top Rimoute (Remote) en el Clásico Adolfo Giovanetti.
En condiciones de sorprender aparece Qué Pingazo (Sidney’s Candy, 52), porque cargará poquitos kilos y porque en su salida más cercana fue quinto de Labrado (Le Blues) y Luthier Blues en el Clásico Paraguay (G3).
La yegua Angiolomanía (Angiolo, 56) falló en las dos más cercanas, pero antes había mostrado un nivel muy interesante, y habrá que mantenerle el crédito abierto en pos de mejorar. Idéntico concepto merece My Dear Dream (Unbridle’s Dream, 58), la otra yegua del lote, que si hace memoria, define.
