Después de un par de arrimes fuertes, superó a Fantasioso en la gran carrera de San Isidro

Las lágrimas le doblaban las rodillas a Pablo Guerrero; la emoción casi que no dejaba hablar a Cristian Velázquez y, seguramente, desde algún lugar, Hugo Pérez habrá pronunciado esa frase de la que ya tiene prácticamente el Copyright: “Un tiro para el lado de la justicia”. Todo tenía como gran culpable a Emiterio, el caballo que en el brillante sábado de San Isidro saltó a los primeros planos entre los fondistas quedándose con la versión 2019 del Gran Premio Copa de Oro (G1-2400 m, césped normal), provocando aquellas sensaciones inolvidables en la mano derecha del uruguayo y en el jockey, que por primera vez en su carrera conseguía alzar un trofeo de máximo nivel.

En un final emotivo, después de un trámite más lento que el famoso “tren carreta”, el hijo de Treasure Beach consiguió torcerle el brazo a Fantasioso (Strategic Prince) para vencerlo por medio cuerpo y sacar chapa como uno de los más fuertes representantes que el turf nacional tendrá cuando en diciembre próximo se corra el prestigioso Gran Premio Carlos Pellegrini (G1), la carrera de caballos más importante del continente.

No sorprendió Emiterio, que hacía tiempo venía haciendo méritos. De hecho, el haber escoltado en la previa al ahora ausente Glorious Moment (Treasure Beach) en el Clásico Chacabuco (G2) y en el Gran Premio General San Martín (G1), siempre en la grama de Palermo, lo ubicaban en la cresta de la ola.

Tuvo un socio ideal en Velazquez, que muy rápido abandonó su condición de “promesa” para convertirse en realidad. Con esa paciencia que mostró desde sus primeras apariciones en las pistas, el jinete no perdió el norte cuando su caballo partió distraído, dando ventajas, “quizás asustado porque estaba medio oscuro”, como comentaría luego.

Lo dejó último y tranquilo, sin inmutarse porque Preciado Icon (Sixties Icon) hacía galope liviano al frente, pasando los parciales iniciales en 27s70/100, 53s48/100 y 1m19s10/100, marcado de cerca por Milione (Treasure Beach). Vendría a unos 8 ó 9 cuerpos en la curva Emiterio, con Fantasioso en quinto término.

La pasividad salió de escena en la parte final de la curva, cuando Fantasioso empezó a mover abierto y Emiterio dejaba la parte interna para buscar una posición exterior en la que su atropellada no encontrara escollos. Por los 250 metros dominó fugazmente Puerto Real (Pure Prize), que rápido fue desbordado por Fantasioso, aunque a su derecha ya resultaba imparable el avance del ganador, que terminaría quedándose con la gloria.

Dando algunas ventajas en la curva, Fantasioso fue segundo, con Guest Seattle (Seattle Fitz) cargando para ser tercero a 2 largos, delante de Milione y Puerto Real. Alampur (Catcher In the Rye), otro de los bravos en la previa, se mostraba otra vez deslucido para finalizar octavo y anteúltimo.

El paso de los meses va mostrando la mejor versión de Emiterio, que ganó la Copa de Oro y se proyectó como nombre central hacia el Pellegrini llenando de alegría a su grupo de trabajo y a sus propietarios. Merecidamente.