En una actuación formidable, superó a Mucha Chance en el Clásico Otoño (G2) de Palermo y ahora llegará el momento de volver a los G1

Fiesta enorme la que se vivió el sábado en Palermo; como la calma que precede al temporal, teniendo en cuenta los tristísimos sucesos vividos al día siguiente en San Isidro con la suspensión de las carreras ante el conflicto entre las autoridades de la Gremial de Profesionales y las del Jockey Club (que se comentan por separado en esta misma edición). Muchísima gente, una recaudación que superó los 32 millones de pesos y espectáculos de mucha calidad en la pista, esos que, en el fondo, son los que hacen posible todo lo anterior, fueron un cóctel perfecto.

Después de que Atrevido Cry (Remote) y Marquesa Key (Key Deputy) se lucieran en el Luro (G2) y en el Unzué (G2), respectivamente, y un rato antes de que Cita di Río (Equal Stripes) se alzara con el Bullrich (G2), Emotion Orpen dio otra muestra de su envidiable consistencia para alcanzar una victoria sobresaliente en el Clásico Otoño (G2), sobre los 2000 metros de arena que marcaron el comienzo del Campeonato de Oro y a la vez fueron la prueba más esperada del día.

Otra vez el caballo de Firmamento mostró su poder, reinventándose permanentemente, adaptándose a la circunstancia que le toque. Si hay que esperar, espera; y si hay que pelear, como fue el caso, también tiene los dientes apretados para hacerlo. 

Cualidades envidiables las de Emotion Orpen, que entre los 1800 y los 2000 metros en la tierra es un caballo Clase A. Su campaña lo respalda y su actualidad lo confirma. Sin acción desde fines de diciembre, cuando se llevó el Clausura (G2) de La Plata, fue tenaz al máximo para “torcerle el brazo” a un rival potente como Mucha Chance (Freud).

Fue casi un mano a mano el Otoño, donde el ganador inclinó la balanza en los 200 metros finales para vencer a su adversario por 1 cuerpo y tras 2m3s80/100, con el 3 años Special Dubai (E Dubai) descontando en el cierre para quedar tercero a otros 2 largos.

En Unavailable (Distorted Humor), una hija de la campeona Emotion Parade (Parade Marshal), que también compitió para Firmamento antes de ser vendida para el Sheikh Mohammed y su poderoso Godolphin, Emotion Orpen parece más maduro que nunca, sin pasar por alto el detalle nada menor de Francisco Leandro, su jockey, capaz de mostrar mano de seda y también, como este sábado, de tener el rigor necesario.

Se vienen el Gran Premio de Honor (G1) y el República Argentina (G1) para el zaino, con el Gran Premio Estrellas Classic (G1) como un objetivo final para este primer semestre. Y, quizás, para su gente sea tiempo de pensar más allá…

Ya en Palermo no hay más carreras fuertes y, con la nueva etapa de apostar por llevar a sus mejores figuras al exterior, Emotion Orpen podría sumarse a su stock en los Estados Unidos, allí donde, justamente, entre 1800 y 2000 metros en la arena se corren los clásicos más importantes.

Lejos estaría de ser una locura, por el contrario, en un camino lógico, lo encontraría en la plenitud. En el momento justo.