El hijo de Equal Stripes se impuso por medio cuerpo sobre Solo Un Momento en el Clásico Vicente L. Casares (G2)

El Clásico Vicente L. Casares (G2-2500 m, arena pesada) marcó el regreso al círculo de los ganadores para Balompié, exactamente tras 14 meses y 6 días. Las malas rachas en la hípica suelen ser mucho largas que las buenas, pero, por suerte para su gente, el hijo de Equal Stripes logró ponerle fin. 

Desde aquél triunfo en el Clásico Comparación (G2) de la temporada anterior que el pupilo de Rubén Vivas no sabía de fotos ni de titulares, y por 7 salidas debió conformarse con ser actor de reparto. Está claro que su fuerte no es ni nunca fue la regularidad, pero también todos saben que el día que se le da por correr, es capaz de cualquier hazaña.

Venía mostrando síntomas de recuperación el caballo del Stud S. de B., y en el largometraje porteño del inusual y muy lluvioso jueves concretó, batiendo por medio cuerpo a Sólo Un Momento (Orpen) tras dominar en la mitad de la curva al puntero Cósmico Romano (Cosmic), mucho más endeble esta vez que en sus salidas anteriores.

No le fue fácil a Balompié resistir, pues el reservado de Carampangue amagó con pasar de largo en algún momento de la recta. Sin embargo, entre la garra que exhibió el alazán tostado y las varias veces en que se tiró hacia adentro, se le hizo imposible quebrarlo. A 3 cuerpos, atropellando desde lejos, el urguayo Little Vicky (T.H. Approval) completó la trifecta, con idéntico margen sobre un Simbora (Cityscape) que sólo fue amagues. Will Smith (Sigfrid), Cósmico Romano, King of Ashes (Cafrune) y Marcus Aurelius (Catcher In the Rye) terminaron de darle forma al marcador en fila india, todo al cabo de aceptables 2m36s75/100.

Párrafo aparte para la conducción que le dio Juan Cruz Villagra al favorito, pues advirtió que lo mejor era no dejar tomar vuelo a Cósmico Romano, no dudo para despacharlo bien temprano y cuando las papas quemaban tuvo el rigor necesario para llevar a Balompié hacia el disco.

También dueño del Gran Premio de Honor (G1), y con una larga fila de arrimes graduales entre sus tabuladas, el héroe del Casares suma ahora 4 victorias en 19 salidas, con premios por nada despreciables 4.430.500 pesos. Una fortuna.

Propio hermano de Bali Baby, que se impuso en el Clásico Otoño (G2) de 2015, Balompié pertenece a una de las más sólidas familias del Haras El Turf, su cuna, especialista en ofrecer fondistas de calidad a las pistas nacionales.

Bambella (Ride the Rails), abuela de la figura del día en Palermo, es hermana materna de los G1 Bambou (Farnesio) y Bonete (Liloy), y también de la clásica Bambuena (Candy Stripes), que produjo al G1 Bogeyman (Editor’s Note), y de la G2 Bambina Linda (Liloy), titular del Criadores. Más atrás en su genética, Balompié acerca nombres como los de Marroquí (Utópico)Muñecote (Equalize), Muñeca Soñada (Lizard Island), Mustang Force (Sunray Spirit) y Feel Fast (Halo Sunshine), todos clásicos en la distancia.

Balompié volvió a la victoria en el Casares de Palermo, y con la madurez de su lado está firme la esperanza que logre la regularidad necesaria como para dejar de ser un caballo poco consistente.