Cuatro de cuatro para la potranca de San Millán/La Frontera, terminante con Mery Laurent en el Clásico Andrés S. Torres (L)

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¡A PLATA.- Cuenta leyenda que cuando 120 y 39 era un páramo, Dardo Rocha estaba fundando La Plata, y alguien le dijo que por favor se apurara con lo del lugar para el hipódromo porque “quería varear bien temprano”… Es una lástima que ese dato, de un rigor histórico que consideramos indudable, no aclare el nombre de aquel joven, pero sospechamos que bien pudo tratarse de Isidoro “Nene” San Millán, aunque siempre nos dio un poco de pudor preguntarle por ese tema de los cumpleaños, que son muchos…

Bromas aparte, el legendario trainer que supo vérselas con lo mejor de lo mejor del turf de los últimos 60 años, este martes brilló con la invicta Agua Maxima (Interdetto), como tantas evces con la blusa de La Frontera y con su monta de confianza en los últimos tiempos, el siempre parejo William Pereyra. Pero claro, si miramos que Isidoro se las vio con “nenes” como Boquin, con don Onesto Puente, los Boni, con Bello, con todos los Yalet, con el inovidable “Antonito” Gómez… Y ni hablar de aquellos míticos duelos con los ligeros del paisano Harry, casi que lo hace camino a los 90 es divertirse mostrando que algo aprendió. Va poco al hipódromo, se queda en su stud y mientras toma mate apila triunfos como el de este martes en el Clásico Andrés S. Torres (G3-1400 m), justamente otro de los gigantes de la cuida con los que Isidro compitió durante añares en el Bosque.

La única incógnita seria en ese clásico era ver si la visitante Mery Laurent (Angiolo) podría ofrecerle alguna resistencia a la gran favorita (devolvió $ 1,45). Y pese a que Juan Cruz Villagra le dibujó a la potranca del Mamina un desarrollo impecable, largando bárbaro, sin perder un metro pegadita a los palos, cuando llegaron a los 400 y hubo que mostrar las cartas, la invicta de La Frontera despegó con autoridad absoluta. En los 200 la única cuenta que podía hacerse era ver por cuanto iba a ganar la zaina criada por Francisco Fraguas, que terminó cruzando 7 largos antes, con el reloj detenido en 1m23s99/100. A Mery Laurent las brazadas le alcanzaron igualmente para mantener la chapa de escolta con buena luz (4 cuerpos) sobre Kume (Cima de Triomphe), mientras como podían iban cruzando más atrás Girl On Fire (Cityscape), Muy Maga (Cima de Triomphe) y una descolorida Sarpampa (Sardinero), cuyos boletos mostraban un optimismo del que la zaina no se dio por enterada. 

Con 4 de 4 en la mochila, Agua Maxima está lista para encarar desafíos de ligas mayores. Por la facilidad de su remate, hasta se puede imaginar alguna visita de la zaina de La Frontera a los máximos. Y hablando de viajes a Palermo o San Isidro del turf que respiró San Millán, vale para cerrar una frase que le dejó en 2015 en una nota de La Nación, cuando el que ganaba clásicos era Rio Vettel (True Cause), también de La Frontera, y le preguntaron si lo llevaría a reconocer San Isidro antes del Gran Premio 25 de Mayo: “No, no voy a llevarlo, pero cómo cambia todo… Hace 30 años, uno llevaba un caballo a San Isidro 20 o 30 días antes y hasta se llevaba el agua, porque podía extrañarla…”. Como decíamos al principio, Isidoro es una postal que tenemos al turf de otros tiempos. Disfrutémoslo.