La fenomenal yegua australiana alcanzó su 21er. triunfo de G1 en el Chipping Norton Stakes

Para Winx no hay record imposible de superar. La fenomenal yegua australiana eescribe los libros de historia en cada una de sus apariciones, y en la madrugada nuestra del sábado siguió “gastando tinta”. Por cuarta temporada consecutiva se alzó en Royal Randwick con el trofeo en el Chipping Norton Stakes (G1-1600 m, césped), y alcanzó el record mundial de 23 victorias de G1 en su campaña, llegando, de paso, a sus 31 discos de manera consecutiva, en un vendabal de clase y durabilidad que ya lleva más de 3 años.

“No era carrera” la que enfrentaba Winx. Compartía pista con 5 compañeros de caballeriza y con el pobre Happy Clapper (Teófilo), al que había sometido ya en 10 oportunidades. Y “no fue carrera” a la hora de la verdad, por más que su viejo y eterno segundon cambiara los planes de todos con una propuesta inédita. En la desesperación de tanta derrota, el zaino salió a jugarse todo al frente, sacando amplias ventajas y rezando por poder mantenerlas en la recta final.

Pese a su esfuerzo y su valentía, frente a las tribunas fue otra vez todo de Winx, que dominó en los 100 metros para luego estirar 1 3/4 cuerpos de ventaja, sin lucir al máximo, pero contundente. Ya mucho más lejos, Unforgotten (Fastnet Rock) completó la trifecta, todo tras 1m33s27/100.

Winx dejó atrás la marca histórica de mayor cantidad de G1 ganados y que ostentaba Hurricane Fly (Montjeu), aunque en steeplechase. Ya hacía tiempo había pasado el record en materia de carreras planas, el del estadounidense John Henry (Ole Bob Bowers), que llegó a “sólo” 16. 

“Han sido una tras otras las cuestiones de los records para ella, pero ya tiene muchos hitos para recordar y este es uno más”, contó Chris Waller, preparador de la campeona. Por su parte, Hugh Bowman, su jockey, agregó: “La noté bastante más agitada que de costumbre esta vez, pero por fortuna, cuando apreté el botón, arrancó como lo hizo siempre. Happy Clapper nos planteó un desafío, como ya nos había pasado hace un par de años. Es una atleta extraordinaria, no tengo palabras para describirla”.

Para Waller, “Cuando está bajo presión, es mejor todavía. Fue un buen test para ella y la deja lista para sus próximas dos carreras. Tampoco nos ayuda que sea un paseo, pues necesita ser estimulada todo lo que no podemos hacer en casa”.

Para Winx el futuro está claro. Ahora volverá a su casa en Rosehill, donde buscará ser la primera en la historia en ganar en 4 ocasiones 3 G1 diferentes. Será en el George Ryder Stakes, antes de ir por otro objetivo fuerte en el Queen Elizabeth Stakes (G1), nuevamente en Royal Randwick, el 13 de abril.

“Tendrá un buen tiempo de descanso entre carreras, de 3 semanas, y luego llegará su gran final. Estoy tratando de disfrutar todo lo que nos está pasando, pero es imposible. El día que se retire, comenzaré a disfrutarla”, bromeó sobre el final Waller. Mientras tanto, mientras él sufre, el mundo del turf disfruta con ella y espera cada una de sus salidas para volver a hablar de records…

Diego H. Mitagstein

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