El jockey brasileño logró 2 triunfos este lunes y ambos quedaron al tope con 80 victorias; Juan Saldivia se quedó con la de cuidadores

Y fue puesta nomás, caballeros. Francisco Leandro (foto) dio doblete en el lunes del Hipódromo Argentino de Palermo y empató finalmente al tope de la estadística de jockeys con William Pereyra, que terminó la jornada “zapatero”, tras comenzarla con un par de éxitos de diferencia sobre sus colegas. 

Fueron 80 las victorias que cada uno de ellos alcanzó durante este particular 2020 en la arena céntrica, siendo la primera consagración en el ranking para el jockey argentino, mientras que para el brasileño es la tercera oportunidad en la que se queda con la estadística, después de haberla conseguido en 2016 y 2019.

Francisco Leandro arrancó con todo la fecha, cruzando adelante en la inicial con Roman the Mad (Roman Ruler) y en la cuarta prueba repetía fácilmente en las riendas de Water Course (Orpen). Con un panorama favorable en materia de montas para lo que quedaba de la jornada con respecto a las de Pereyra, ya no logró visitar el recinto de los vencedores con lo que, salvo que algún doping modifique el orden, en Palermo habrá que hacer 2 trofeos (qué saludable sería que el hipódromo reconozca de esa forma y en una ceremonia a los ganadores de las estadísticas…).

Pereyra totalizó en premios 23.250.440 pesos, mientras que “Leandrinho” llegó a los $ 29.631.933 en ganancias, aunque en cuestión de efectividad fue el argentino el que quedó por delante, llegando al 20,6 por ciento de carreras ganadas sobre corridas (389), mientras que el brasileño alcanzó un 17,9 % (448 pruebas disputadas). En el ámbito de los clásicos, Francisco Leandro sumó 8 (1 de G1) contra 6 del látigo argentino.

El ranking de jockeys porteño lo completaron Brian Enrique (62), Juan C. Villagra (44), Eduardo Ortega Pavón (44) y Wilson Moreyra (42).

En materia de entrenadores, al tope quedó el joven Juan Franco Saldivia, tras conseguir 34 victorias, 2 más que Roberto Pellegatta, el hombre con el que trabajó codo a codo durante buena parte del año, antes de tener sus propios ejemplares a cargo. Podría decirse que fue compartida la consagración, con Nicolás Martín Ferro en tercero tras conseguir 21 victorias en el poco más de medio año que hubo de actividad.