Una hija de Dubawi y otra de Galileo encabezaron el día 3, vendidas en 1,2 millones de guineas

NEWMARKET, Inglaterra (Especial para Turf Diario).- Terminó el libro 1 en las ventas de yearlings de octubre en Tattersalls, y las caras de satisfacción eran denominador común. Los organizadores se mostraron satisfechos con casi todos los indicadores en subida, los vendedores con los precios obtenidos y los compradores por poder hacerse de futuras estrellas.

El día 3 tuvo un precio máximo compartido, y no por casualidad, entre hijas de los dos padrillos más calientes del momento en el viejo continente. Una cría de Dubawi (foto) y otra de Galileo acapararon la mayor cantidad de miradas, alcanzando 1.200.000 guineas. La primera, en la ganadora de G2 Giants Play (Giant’s Causeway), fue adquirida por Stroud Coleman Bloodstock, la misma empresa que firmó el ticket por la segunda, una hermana materna del muy corredor Ivawood (Zebedee).

En el balance hasta el momento, la recaaudación asciende a 106.503.000 de guineas, por encima de lo registrado hace doce meses (102.290.000), aunque con 59 productos vendidos por encima de las 500.000 guineas contra 48 registrados en 2017.

Si de promedios se habla, hasta el momento es de 271.691, un 7 por ciento por debajo en la comparación; la media, en tanto, se ubica en 167.400, un 2 por ciento por arriba, siempre tomando como dato lo ocurrido la temporada anterior.

Las ventas de Tattersalls no hacen más que ratificar el auge del mercado de los caballos de carrera en los países más fuertes hípicamente hablando. Lejos, en Sudamérica, se sufre bastante para mantener el negocio en empate…