Ya son 20 los ejemplares vendidos en 7 cifras durante las Ventas de Yearlings de Septiembre en Keeneland

LEXINGTON, Kentucky (Especial para Turf Diario).- Entre los excelentes precios que se vienen registrando y el suceso que están marcando los hijos del crack American Pharoah (Pioneerof the Nile) transita la versión 2018 de la Venta de Yearlings de Septiembre en Keeneland, la más grande de la temporada en los Estados Unidos para ese segmento de comercialización.

Con los 7 productos que se vendieron ayer en 1.000.000 de dólares o más son 20 los que alcanzaron ya las siete cifras al cabo de apenas tres días de subasta, algo que no sucedía desde 2007 y que no hace más que reforzar esa sensación de que el mercado está muy fuerte.

“Al libro 1 le queda una sesión y esperamos que se venda algún producto más en un millón o más. La gran cuestión entorno a eso es la diversidad de compradores que han llegado tan altol, con mucho dinero doméstico invertido”, contó, satisfecho, Geoffrey Russell, Director de la Operación de Ventas de Keeneland.

El tope para el día lo marcó un macho por American Pharoah y la G2 Bsharpsonata (Pulpit), ya madre de 3 ejemplares placé clásicos. Por él, el OXO Equine LLC pagó 1.400.000 dólares. El padrillo es líder en el remate, con 33 de sus crías vendidas por un total de 15,7 millones de dólares, alcanzando un promedio de US$ 456.667.

“American Pharoah es nuestro nuevo suceso. Fue un maravilloso caballo de carrera y sus crías son un prototipo de lo que es él. Los que vimos personalmente con el equipo de trabajo son individuos atléticos, con un caminar espectacular, y el mercado ha reaccionado favorablemente”, sumó Russell.

El tercer día de venta involucró varias crías de yeguas madres sudamericanas. Por ejemplo, un macho por los argentinos Candy Ride y Viva Carina (Giant’s Causeway) se vendió en 475.000 dólares al White Bich Farm. En tanto, crías de las brasileñas Zardana (Crimson Tide), Baruta (Crimson Tide) y Bonne Rafaela (Elusive Quality) llegaron a 375.000, 175.000 y 400.000 dólares, respectivamente, con Curlin, Speightstown e Into Mischief como padres.

El mencionado Candy Ride vivió una gran jornada, pues sus otros dos productos que pasaron por el ring de ventas fueron adquiridos en 725.000 y 700.000 dólares, lo que ratifica el interés de los propietarios en su generosidad.