Al cabo de 15 entretenidos turnos, se jugaron poco más de 9 millones de pesos en San Isidro
La postergación del partido entre Boca y River para este domingo, tras la tormenta del sábado y que también afectó la realización del Gran Premio Nacional (G1) de Palermo, fue una estocada imposible de esquivar para el día de carreras planteado en el Hipódromo de San Isidro donde, con una reunión muy entretenida de por medio, la recaudación apenas pudo superar los 9 millones de pesos.
El cóctel fue letal, pues además de la expectativa futbolera, el último día de la semana luchó, como desde hace tiempo, con la falta de agencias para recibir juego, un problema que la hípica no logra resolver y que afecta seriamente su economía, transformando una cita tradicionalmente burrera en “muerto”.
Más allá de la economía, en la pista se observaron varios triunfos de proyección, como el de The Last Ilusion (foto), implacable para quedarse con el Premio Fair Value (2000 m), para potrillos de 3 años titulares de una conquista. El hijo de Interaction y Helisangela (Fast Gold), portando la chaquetilla de Río Claro, dominó al promediar el derecho y terminó batiendo por 7 cuerpos a Enzo de Oro (Lingote de Oro) tras 2m5s70/100.
Un rato antes, sobre 1200 metros y también en la arena -la mayoría de las pruebas fueron trasladadas por el estado pesado del césped-, se midieron potrancas con 1 triunfo en el Premio Infiltrada, con Queen Plum (Orpen y Qué Felicidad, por Bernstein) torciéndole el brazo a la brasileña Hydranix (Put It Back) por apenas medio pescuezo.
El cuatriplete de Pablo Falero fue el hecho destacado entre los profesionales, aunque los brasileños Francisco Leandro y Jorge Ricardo no se quedaron atrás redondeando sendos dobletes. Carlos D. Etchechoury, representado por Juan Carlos, su padre, fue el único preparador que superó la unidad de triunfos, también con dos victorias.