El notable caballo de Abolengo ya produjo 17 ganadores de máxima escala en el país, y 18 por total

Decir que Equal Stripes es uno de los grandes padrillos argentinos de todos los tiempos no será incurrir en ninguna falta a la verdad. El caballo que se inició como “lance” y que con el paso del tiempo se consagró como campeón, sigue escribiendo páginas de lujo a su historia maravillosa. La más fresca la aportó Tetaze, que el último sábado en el Hipódromo de San Isidro inscribió su nombre como el ganador de la 36ta. edición del Longines Gran Premio Latinoamericano.

Quizás muchos no lo recuerden, pero cuando el zaino encaró su campaña en la reproducción fue bajo un esquema de servicios a cambio de propiedad. ¿Cómo? Fácil: aquellos criadores que lo apoyaran con 5 yeguas por temporada durante 3 años consecutivos se garantizaban una acción del prometedor prospecto, que comenzó trabajando en el Haras El Turf, aunque con Abolengo como socio mayoritario junto con Estancia La Josefina, o el Stud Parapokos, lo que es hablar de lo mismo. Usasti, Los Prados, Don Yayo, fueron varios los que leyeron el proyecto de antemano, cobrando dividendos fuertes ante la generosidad que no tardó en demostrar el hijo de Candy Stripes y Equity (Equalize), que en su breve trayectoria por las pistas había ganado los clásicos Miguel Cané (G2) y Otoño (G2), además de terminar segundo en el Gran Premio Estrellas Juvenile (G1) de 2002, escoltando al crack Freddy (Roy).

Mucha agua corrió bajo el puente desde aquél 2005 en el que Equal Stripes prestó servicio por primera vez, recibiendo casi siempre 100 o más yeguas en su book y con “puntaje” casi perfecto en eso de ofrecer caballos Clase A.

El zaino viajó a la padrillera de Abolengo en 2006 y desde entonces no dejó de ser noticia. En el análisis de sus números hay datos asombrosos y que resumen todo con sencillez, que justifican con lujos aquella frase del comienzo.

Siempre apoyados en los datos oficiales del Stud Book Argentino, y en referencia a la actuación única en el país, Equal Stripes dio a la fecha 57 ganadores clásicos, 36 de ellos de grupo y un infernal número de 17 titulares de G1, o sea, casi la mitad de sus crías que lograron vencer en el plano gradual. Ya en la generalidad, sobre 1215 crías nacidas al cabo de 14 generaciones -2 aún en los campos-, 615 compitieron y 459 consiguieron al menos una victoria.

Con 12 camadas en edad de correr, sólo la nacida en 2009 (la cuarta) no registró ningún vencedor de G1, además de la 2017, que acaba de comenzar con su actuación. Fue la de 2014 la que sobresalió, con 4 héros en la categoría superior: Care Lady, Balompié, Positive Mind y Equal Miller.

Con su victoria en el Latinoamericano, Tetaze pasó al frente como la cría de Equal Stripes que más dinero recaudó: 25.167.500 pesos, y, a la vez, es el primer ganador de G1 que el padrillo produce con una madre Orpen (Lure). Al respecto, el nick más exitoso es el que se produce con Ride the Rails (Cryptoclearance), con 4.

También es de hacer notar que todos los G1 para el padrillo de Abolengo llegaron en distancias de la milla o superiores, lo que habla de una capacidad para la distancia que debe apoyarse en su pedigree y difícil de encontrar en estos tiempos. Eso no significa que sea un reproductor “tardío”: 4 de sus campeones fueron a los 2 ó 3 años.

Padrillo del Año en 2018, Equal Stripes ya tiene dos hijos ganadores del Nacional (Cooptado y For the Top), un vencedor en el Jockey Club (Blues Traveler), una titular de la Copa de Plata y del Selección (Care Lady) y varios triunfadores en las Carreras de las Estrellas (Gamuza Fina, Paulinho, Shyster, Positive Mind, Schoolmistress y Coordenada).

Con Tetaze y su festejo en el Longines Latinoamericano tachó un nuevo desafío de los máximos y sólo las Pollas y el Carlos Pellegrini van quedando en la columna del debe. Con 21 años, da la sensación de que esa es una misión que tranquilamente podría cumplir con éxito.

Diego H. Mitagstein