La Endorsement de La Quebrada vino más cerca y le ganó un lindo final a Sonnet en el Handicap Gioconda (1400 m, arena)

Inolvidable ganadora de G1 forjada en los ’70 en la plenitud del Haras Ojo de Agua, cuando la chaquetilla “celeste, alamares y gorra oro” era dueña y señora del turf argentino, Gioconda (1975, Good Manners y Pallazzina, por Aristophanes) fue la homenajeada este domingo en el handicap de tribunas vacías que encabezó la reunión palermitana… Y allí otra chaquetilla señera, la de La Quebrada, fue la que brilló en el final a través de la noble Pura Diabla (Endorsement), que venía pegando en el palo contra los varones, y este domingo encontró entre las de su sexo el camino a una séptima victoria que se estaba haciendo esperar.

Esta vez Osvaldo Alderete trajo más cerca a la pupilo de Elvio Bortulé, la apartó de su estrategia habitual de venir lejos y ya en pleno codo se podía ver la blusa blanquiroja por dentro, en el tercer lugar, lista a definir apenas llegara el tiro derecho. Adelante corrió la entrerriana Che Gaviota (Violence), que pasó los primeros 400 metros en 23s28/100 y siguió con ese ritmo para estampar un parcial de 47s51/100 para los 800, hasta que con el derecho por delante, las hadas tenían color La Quebrada y se abrió la puntera dejando limpio el callejón interno por el que Alderete traía a la zaina nieta de Mutakkdim. Tuvo paciencia el jinete, esperó que la Violence de Francisco Leandro fuera cansándose, para apretar el paso y lidiar ya desde los 150 mano a mano con Sonnet (Greenspring), a la que terminaría venciendo por medio pescuezo.

La carrera de Sonnet fue particular, porque si se consulta a quienes la jugaron es posible que hayan sentido hasta los 300 que la defensora de La Totora iba a “cruzar”. Cuando William Pereyra la traía tercera a media cancha en pleno, cómoda, parecía venir con todo bajo control, para levantar en los 400 apenas su piloto la llamara a correr. Sin embargo, en los 300 comenzó a complicarse el horizonte de la zaina de Pelle/Salvidia, porque no arrancaba con la fuerza que hacía pensar su accionar en el codo, y además por dentro Pura Diabla le terminó ganando el tirón para sacarle cerca de un cuerpo a una cuadra y media del disco. Intentó William con su prolijidad habitual torcer la historia, cuando sintió que el triunfo se escapaba, y aunque Sonnet alcanzó a descontar metro a metro, su avance no tuvo la explosión necesaria para evitar que las sonrisas quedaran del lado de quienes habían jugado a La Quebrada.

Tercera a 4 cuerpos, en faena apenas digna para la montaña de boletos que la acompañó (prometía $ 3,35, el mismo dividendo que terminó pagando Pura Diabla), Che Gaviota se quedó con la tercera chapa, en tanto que los riocuartenses se volvieron con el cuarto lugar como recompensa. Estaba cotizada como lance la cordobesa, que venía de arrimar en una condicional en febrero ante Llamas de Acero (Fuego e Hierro), de manera que dejar atrás esos cuatro meses de parate arrimando ante una compañía más severa dejó a su gente satisfecha. Más atrás Arena Valiosa y Honey Honey completarn el marcador de un duelo resuelto por la vencedora en 1m22s63/100.