La hija de Equal Stripes visó su pasaporte hacia la Polla de Potrancas en Palermo
Evincing respondió a sus antecedentes y se quedó con el Clásico General Luis María Campos (G2-1600 m, arena húmeda) del sábado en Palermo. Después de caer ante Joy Epífora (Fortify) en el Atucha (G1) y de perder por nada ante la misma rival en el Juvenile Fillies (G1) de las Estrellas, la hija de Equal Stripes se sacó la espina de llegar a su primera victoria gradual y ahora no tendrá “otra cosa mejor que hacer” que empezar a pensar en el Gran Premio Polla de Potrancas (G1), el objetivo inminente que tiene por delante.
Así es el proceso selectivo, casi no deja disfrutar las alegrías que ya obliga a ir más allá, a diagramar lo que se viene. En ese camino, Roberto Pellegatta, Juan Saldivia y Juan Carlos Noriega deberán seguir trabajando en las incorrecciones de la defensora del Stud Alegría, insistente en eso de echarse hacia adentro, acción que le saca lucimiento a sus actuaciones, que no le permite mostrarse a fondo.
Mejoró esta vez, es cierto, pero insiste la zaina. Por fortuna, tiene en el cordobés un jockey que la conoce, que la trabaja permanentemente, que la va emprolijando. Siempre cerquita de lo que al frente proponía Beauty Romance (Roman Ruler), Evincing tomó total protagonismo por los 400 metros, cuando pasó al frente, aunque sin desprenderse por esas mañas suyas…
Fue en definitiva de 1 1/2 cuerpo la ventaja que estableció sobre la prometedora Joy Canela (Fortify), que dejó su invicto, pero ganó en concepto. Más atrás, tercera y a 2 largos, Ilde (Suggestive Boy) ratificó el concepto de potranca pareja, con Beauty Romance teniendo un bautismo gradual aceptable con su cuarto lugar.
Cría de Abolengo, Evincing hizo lo que tenía que hacer en el Campos, y ahora llegará el tiempo de ajustar detalles para encarar la Polla con todo en condiciones. Allí volverá a encontrarse con Joy Epífora, buscando que la tercera sea la vencida en pos de vencer a la campeona 2 años de la camada. Tiene la calidad para conseguirlo, pero será fundamental que su comportamiento en carrera no le juegue una mala pasada y la haga dar ventajas. Allí estará la historia.
