El cuidador presentará a Athelsta y Happy Day en el Gran Premio Carlos Pellegrini y a Pepper Mill en el Gran Premio Copa de Plata

Por Diego H. Mitagstein

Facundo Santesteban apronta los últimos detalles antes de que los tres caballos con los que cruzó el charco desde Maroñas para tomar parte del mitín internacional del Gran Premio Carlos Pellegrini (G1) sean trasladados desde el Campo 2 hasta el Hipódromo de San Isidro para reconocer la pista principal de césped.

Lo disfruta, lo vive como un sueño cumplido más allá del resultado, aunque, obviamente, se ilusiona con que los fondistas Athelsta (Midas Touch) y Happy Day (Midas Touch) y la yegua Pepper Mill (El Prado Rob) -nacida en Argentina- hagan historia el próximo sábado, los dos primeros corriendo la carrera más importante del continente y la tordilla como parte del Gran Premio Copa de Plata (G1).

Tiene 38 años Facundo, cuidador por amor a los caballos y sin ningún antecedente familiar en el mundo del turf. “Llegué por una amiga veterinaria y en casa la verdad es que no estaban muy de acuerdo”, recuerda ahora entre sonrisas el uruguayo, que por fin pudo cumplir su sueño de estar presente en el Pellegrini. “Lo intentamos dos veces antes, con Forgotten (Lake’s Explorer) y Cerro Largo (Drosselmeyer), pero se lesionaron y no pudimos finalmente cumplir el plan. Ahora se dio la posibilidad y por suerte no hubo contratiempos, los caballos llegaron bárbaro, están sanos… Se demoraron un poco en el viaje al bajar del avión porque el funcionario estaba comiendo -…- y hubo que esperarlo, pero de puerta a puerta el viaje duró 8 horas, aunque esperábamos fuera algo más corto al haberlos traído en avión”, cuenta el hombre, que quedó apenas a unas materias de ser veterinario, cuando el entrenar caballos SPC pudo más que los libros.

Se sincera el profesional: “Siempre uno sueña con poder concretar estas cosas, pero de ahí a que pase siempre hay un buen trecho”. Fanático de la genética, a la que le da mucha importancia a la hora de elegir cómo preparar a sus caballos y en qué pista o qué distancia correrlos, Facundo trabajó en el Haras Cuatro Piedras y también hizo un intercambio en los Estados Unidos para formarse, además de haber realizado el curso que dictaba Carlos Carabajal aquí.

Athelsta y Happy Day son sus cartas para el Pellegrini, dos ejemplares de nivel increíblemente parejo, ya que en sus últimos enfrentamientos llegaron en ese orden pero separados por pequeñísima diferencia: “La verdad que es rarísimo lo que pasa entre ellos, algo debe tener Athelsta que siempre le gana cuando parece que va a perder. Indudablemente son los dos mejores en el pasto de Maroñas, aunque como allí no suelen correr los mejores del medio quizás no tengamos una real medida de su nivel, y aquí se da la posibilidad de conocer donde estamos parados. Por su pedigree y sus condiciones, siempre pensamos que serían buenos fondistas en el césped, y lo han concretado. Los dos debutaron en la misma carrera el mismo día, cuando llovió y se pasó a la arena; entraron lejos, como correspondía, pero era el estreno y decidimos correrlos igual pese al cambio de superficie”, recuerda, y luego suma: “Tenemos mucha expectativa en lo que puedan hacer en el Pellegrini, porque además son super sanos los dos”.

Sobre cómo espera que se plantée la carrera y los rivales a los que considera más fuertes, deja su opinión con detalles: “Respeto a todos y miré muchas carreras de fondo de aquí para estudiarlas. Se corre suave al principio, pero después aceleran muy fuerte; nuestros caballos son atropelladores, pero hay que ver si pueden atropellar como los locales… Me parece que Cool Day (John F Kennedy) ganó muy bien la Copa de Oro y, pese a que muchos dijeron que el cotejo no era fuerte, él mostró su nivel. Village King (Campanologist) es mucho mejor en el pasto y en 2400 metros, y por eso su carrera en el Latino (fue cuarto en la arena y sobre 2000 metros) fue excelente. Y a Miriñaque (Hurricane Cat) siempre hay que ganarle…”.

Santesteban también presentará a Pepper Mill en la Copa de Plata, yegua que realizó su primera campaña aquí corriendo corto y en tierra, ganando en 3 ocasiones, dos en La Plata y otra en Palermo. “Cuando llegó le pedí a sus propietarios que me dieran tiempo para trabajar con ella, porque me parecía por sus genes que en el césped y en algo más de distancia se iba a sentir bien. “Le costó un poquito ganar, pero después mejoró, se estabilizó y está entre las mejores de Maroñas. Con ella tenemos algo más de línea, porque cuando llegó tercera en la Longines Cup (G3) fue apenas detrás de Escabiar (Portal del Alto), que tiene una buena campaña aquí y con la que nos volveremos a medir. La verdad que la creo una yegua buena y puede llegar a hacer un muy buen papel”.

Ya va siendo tiempo de “cargar” hacia el hipódromo y el cuidador deja una última declaración que lo resume todo: “Es muy difícil, nos la jugamos, pero todo lo que estamos viviendo y lo que vamos a vivir es increíble”. Sin dudas, más allá del resultado, habrá valido la pena…