La hija de Violence del Stud Rubio B. saltó de los 1200 a los 1800 metros llevándose de punta a punta el Clásico Francisco J. Beazley (G2)

De potranca buena en serio lo que hizo Far Away Love para saltar a los primeros planos del proceso selectivo con una victoria descollante en el Clásico Francisco J. Beazley (G2-1800 m, arena normal), la prueba preparatoria hacia el Gran Premio Selección (G1), las Oaks, y que fue el turno más importante de la entretenida tarde de carreras que se vivió este lunes en el Hipódromo Argentino de Palermo.

Ganadora en su debut sobre 1200 metros en buena forma, asumió con muchísima clase el salto grande hasta las dieciocho cuadras y también el siempre duro cambio de categoría, aunque tratándose de ejemplares jóvenes muchas veces eso suele “alivianarse”. 

En un cóctel perfecto de velocidad y resistencia, la potranca de Rubio B. hizo algo difícil de hacer: sostenerse adelante dando aquellas ventajas y estableciendo parciales fuertes, sin dar ni pedir cuartel. Podrá decirse que el estado ligero de la pista ayuda a un plan así, pero de ese escenario perfecto a concretar una actuación como la de la alazana hay un largo trecho.

En el ojo y el vareo siempre vigente de Juan C. Etchechoury (h.) está una de las claves, pero también en la excelente conducción que le dio Brian Enrique, mucho más que un jockey para las cortas, que va aprendiendo, mejorando, y con una habilidad realmente llamativa para sacarle el máximo a sus conducidos, si es adelante o por la zona, mejor aún.

No era una carrera fácil el Beazley, con tres o cuatro nombres de mucha proyección, entre los que, claro, estaba Far Away Love, aunque con ese interrogante de cambiar tanto la distancia de golpe, pero siempre con un concepto importante por parte de su gente. “Es muy buena, sana y tiene una calidad tremenda”, dice Carly, feliz por volver a ganar un clásico. Luego, agregó: “Lo que hizo fue muy meritorio a esta altura del año porque pasar de los 1200 metros a los 1800 así no es nada fácil, menos todavía contra potrancas más hechas para la distancia. Por todo lo que es, tengo que decir que me ayudó mucho”.

Far Away Love salió volando y llegó volando, resistiendo entre la largada y el disco cualquier “interferencia” que pudiera cruzarse en su radio de acción. Issa (Equal Stripes), una de las candidatas, fue a seguirla desde temprano, presión que aumentó al pisar el derecho, casi hasta ponérsele a la par. Pero la pupila de Gustavo Scarpello rebotó contra una pared, pues Enrique apretó el botón y la potranca criada en La Pasión arrancó fuerte.

Con andar firme, se separó 5 cuerpos en la meta de la gran favorita Super Bijou (Super Saver), que descontó arriba tras estirarse feo en los 1200 metros, quizás, sacada de ritmo por la ganadora. A otros 4 cuerpos, Issa, agotada, recaló en el escalón final del podio, en mucho, por haber ido a buscar a la heroína de la tarde.

Ahora invicta en 2 salidas, Far Away Love detuvo el cronómetro al cabo de espectaculares 1m47s2/100 y sacó pasaje hacia el Gran Premio Selección, allí donde las aguarda a todas Carta Embrujada (Storm Embrujada), la brillante ganadora que tuvo hace poco más de una semana el Gran Premio Polla de Potrancas (G1).

Hija de Violence, padrillo generoso, Far Away Love tiene por madre a Far Away Eyes (Not for Sale), una propia hermana de la gradual Blues for Sale, nada más y nada menos que la madre de la fantástica campeona Blue Prize (Pure Prize), ganadora del mencionado Selección aquí y del Breeders’ Cup Distaff (G1) en los Estados Unidos, y de la G1 Blue Stripe (Equal Stripes), vencedora en el Criadores (G1) hace unos meses y ahora preparándose para tratar de repetir la hazaña de su hermana en el Distaff…