El crack desembarcó este domingo en Lexington y fue objeto de todas las miradas; fin de semana movido y Rich Strike al Classic

Todos lo estaban esperando. Y desde el mismo momento en que bajó del camión en que realizó el breve viaje entre el aeropuerto de Lexington y las caballerizas en Rice Road, enfrente de Keeneland, Flightine fue el destino de todas las miradas.

Cuando ya faltan menos de dos semanas para que en la “ciudad del caballo” por excelencia se viva una nueva versión de las serie de carreras más importante del mundo, el hijo de Tapit iluminó el domingo, tras llegar desde California, donde el sábado había realizado su último e impactante trabajo de cara a lo que será el 5 de noviembre su participación en el Breeders’ Cup Classic (G1), donde buscará mantener su condición de invicto, asegurarse el título de Caballo del Año 2022 en el norte y también su status como el mejor del mundo, pues lidera con 138 puntos de rating el Longines World’s Best Racehorse Rankings, auspiciado por la Federación Internacional de Autoridades Hípicas.

De repente las redes se llenaron de fotos y videos del crack, que a los pocos minutos ya daba la sensación de haber vivido toda la vida allí. Caminó un poco, recibió un baño aliviador y quedó en su box para comer tranquilo y esperar su primera salida a la pista local este lunes.

Con 5 triunfos en otras tantas salidas, y una impactante victoria por más de 19 cuerpos en el Pacific Classic (G1) como muestra más cercana, Flightline es también motivo de una incógnita grande: ¿seguirá corriendo en 2023 o será retirado para la reproducción después del Classic? Es seguro que el zaino irá a vivir a Lane’s End, una de las cabañas más tradicionales, importantes y vigentes en Lexington, allí donde el crack argentino Candy Ride (Ride the Rails) es uno de los amos y señores, pero hay dudas sobre si seguirá compitiendo.

Kosta Hronis, uno de sus propietarios, ya reiteró en varias oportunidades que su idea es que continúe con su campaña, pero si la historia en la Breeders’ Cup termina en triunfo, seguramente, llegará el momento de evaluar los pros y las contras, con William S. Farish, de Lane’s End, empezando a jugar un rol preponderante.

En Keeneland el domingo transcurrió con varios nombres fuertes trabajando de cara al gran evento, muchos de ellos a cargo de Steven Asmussen, que estuvo presente para supervisar los ensayos, por ejemplo, el de Epicenter (Not This Time), el mejor 3 años de la temporada y que será uno de los adversarios más peligrosos para Flightine en el Classic.

Vencedor en el Runhappy Travers Stakes (G1), Epicenter pasó 1000 metros en 1m1/5 con Joel Rosario en sus riendas, que dejó su punto de vista: “Es un gran caballo y es un orgullo poder correrlo. Maduró y parece como que hubiera crecido y se hubiera puesto más fuerte. Fue un gran entrenamiento”.

La notable Echo Zulu (Gun Runner), Campeón 2 Años de 2021 y ganadora hace 12 meses de del Breeders’ Cup Juvenile Fillies (G1), será de la partida en el Breeders’ Cup Filly & Mare Sprint (G1), se movió en 59s2/5 en compañía de Marsalis (Curlin), en uno de los trabajos más rápidos de la mañana.

Asimismo, otra novedad de cara a la Breeders’ Cup fue la confirmación de que Rich Strike (Keen Ice), el sorpresivo ganador del Kentucky Derby (G1), será también parte del Classic, según se encargaron de confirmar sus propietarios durante el fin de semana, con lo que la prueba se va armando con gran nivel de por medio.