El jockey italiano ofreció interesantes detalles tras las derrotas con Enable, English King y Frankly Darling en el podcast del periodista Nick Lust

NEWMARKET, Inglaterra (Especial para Turf Diario).- Después de haber vivido un Royal Ascot excepcional, Frankie Dettori llegó con enormes expectativas al último fin de semana. Montaría a English King (Camelot) en el Epsom Derby (G1), el favorito; a la gran Enable (Nathaniel) en el Coral-Eclipse (G1), la reina; y a la prometedora Frankly Darling (Frankel) en el Epsom Oaks (G1).

Sin embargo, la cosecha no fue la esperada, quedándose con las ganas de poder conseguir aquellos trofeos, aunque soñando con que muy pronto, sobre esos mismos caballos, la historia puede ser bien diferente.

No es un hombre de esquivar a los micrófonos, el italiano. Por el contrario, puede considerárselo un profesional al respecto, cuando gana, pero, más importante, también cuando pierde. Fue en el “Daily Podcast” del periodista Nick Lust donde el jockey dejó sus puntos de vista y sensaciones sobre lo ocurrido el último fin de semana.

Después del segundo puesto de Enable en su reprise, considerado por todos como de excelente proyección, Frankie expresó: “Ghaiyyath es definitivamente un muy buen caballo, y en un lote pequeño sin otros líderes definidos es casi intocable. Creo que en el Coral-Eclipse vimos una gran actuación de su parte, porque no es fácil ganarle a una yegua tan buena y a Japan (Galileo). Si se me pregunta, sobre 2000 metros vería complicado poder dar vuelta el resultado, pero obviamente que en 2400 sí”.

Para el jockey, la decisión de mantener a Enable lejos de la pelea va a rendir frutos en el largo plazo: “No quise ser agresivo en su conducción después de 9 meses sin correr. La próxima vez, sí me animaría a ponerle más presión a Ghaiyyath. El King George y el Arco han sido siempre los objetivos para esta etapa de su campaña, por lo que no tenía sentido exigirla de más en su vuelta ante un rival tan en forma. Si la hubiera traído más cerca quizás podría retrasarnos en el futuro semejante esfuerzo ahora. Tuve que ser cuidadoso, tratando de que quedara en perfecto estado físico y saludable; la otra posibilidad era ir por un golpe de knock out y que no se pudiera recuperar. Ahora tiene seis años, por lo que no es tan fácil mantenerla motivada en las mañanas. Nunca fue de esos caballos muy trabajadores, y ahora menos, pensemos que hace cuatro años sube y baja por los gallops. Hicimos un trabajo en el hipódromo y ya con el Eclipse atrás podemos pensar en ser mucho más competitivos en el King George y seguir nuestro camino hacia Longchamp…”.

El sábado, Dettori no tuvo suerte ni el Epsom Derby ni el Epsom Oaks, a los que llegaba con claras posibilidades de triunfo en las riendas de English King y Frankly Darling, respectivamente.

Resulta por demás interesante conocer sus pensamientos luego del quinto puesto conseguido con el potrillo y también del sorpresivo triunfo de Serpentine (Galileo): “Fue bizarro que el ganador pudo haber hecho lo que hizo y seguir corriendo tan firme hasta el disco, por lo que me saco el sombrero porque debe ser muy buen caballo. Tuvimos un sorteo terrible para largar desde el 1 y venir siempre atrás. Después lo seguí a Mogul (Galileo) para meterme en carrera, pero no pudo mejorar en Tattenham Corner. Quizás hubiéramos terminado segundos con un mejor desarrollo. Vi la carrera 10 veces y de lo que sí estoy seguro es que no hubiéramos tenido manera de ganarle a Serpentine, que aceleró en la subida; sinceramente, creo que fue el mejor caballo de la carrera”.

Cuando Lust lo consultó sobre Frankly Darling, también las palabras de Dettori dejaron claridad sobre su pensamiento: “Creo que la performance de Love fue increíble. Habíamos visto ya lo que había hecho en las Guineas… Traté de seguirla el otro día, pero cuando Ryan -Moore, el jockey- la llamó a correr fue claramente superior a todas las demás. Fue muy, muy impresionante… De aquí en más, con la ventaja en el peso que reciben las potrancas, será una rival de la que preocuparse muchísimo”.

Seguramente Frankie Dettori habrá soñado volver el domingo por la noche a su casa de Newmarket con alguno de los tan preciados trofeos en que participó bajo el brazo. Esta vez no pudo ser, pero con su enorme experiencia saber perfectamente que el turf no sólo se trata de ganar. Hay que ser también un buen perdedor.

Diego H. Mitagstein