El jockey estuvo preciso con la hija de City Banker, que contuvo por el pescuezo a Montana Lane para llevarse el Handicap Tatán

Buena Brújula bajó un escalón y lo hizo de nuevo. Después de un paso lógico por la Copa de Plata (G1) y de una actuación anodina en el Clásico Blue Prize, la alazana del Stud Don Sinfo volvió a los handicaps y se convirtió en la gran figura del entretenido sábado porteño.

Con una conducción inteligente por parte de Gabriel Bonasola de por medio, y portando sólo 55 kilos, la hija del generoso City Banker y Linda Brújula (Handsome Halo) se quedó con el Tatán, disputado sobre 1800 metros en la arena y parte principal de una jornada que arrojó un saldo positivo, ya sea en concurrencia de público como en materia de apuestas, pues pasaron por ventanillas 94.389.297 pesos.

Buena Brújula volvió a jugar sus cartas de atropellada, y la táctica rindió sus frutos. Al máximo aprovecho la pupila de Ricardo Cardón el ritmo fuerte que imprimió adelante Sidney Queen (Sidney’s Candy, 56 1/2), marcada de cerca por Qué Chula (Endorsement, 55) y Stemme (Cima de Triomphe, 54).

Una vez en la recta, a la vanguardista la nafta le duró hasta los 300 metros, cuando Bonasola ejecutó la maniobra que terminó siendo determinante. Inteligente, llamó a correr a Buena Brújula, ganándole el tirón a Montana Lane (Master of Hounds, 55), que se arrimaría sobre el cierre hasta terminar segunda a sólo el pescuezo y en la destacada marca de 1m47s85/100 sobre una pista que sigue en un estado impecable, como en ninguno de los veranos recientes. A 5 cuerpos, Sidney Queen mantuvo un meritorio tercer lugar, con la favorita Silky Rose (Catcher In the Rye, 54 1/2) cerrando en cuarto lugar.

Ya ganadora del Handicap Jerry Honor, pero sobre el césped de San Isidro, Buena Brújula mostró una marcada evolución en su nueva etapa y, desde agosto, ya logró festejar en cuatro oportunidades, arrimando en 3 más y fallando sólo en el Pellegrini de las yeguas. Criada por el Haras Comalal, sigue dando pasos firmes como para volver a tener aspiraciones clásicas en el corto plazo. Camino a sus 6 años, parece no detenerse en su maduración, y de allí que su gente pueda aferrarse a la ilusión de verla todavía mejor en el futuro cercano.