El hijo del fenomenal padrillo argentino se garantizó en Churchill Downs el título de Campeón 2 Años en USA

LOUISVILLE, Kentucky (Especial para Turf Diario).- Las 42.249 personas que le dieron un lindo marco en Churchill Downs a la apertura de la 35ta. edición de la Breeders’ Cup saludaron con un aplauso generoso y sincero a la gran figura del día: Game Winner.

Mostrando toda su clase, postulándose como un contendiente de primer nivel hacia la Triple Corona de 2019 y manteniendo su condición de invicto en su primera actuación como “visitante”, el zaino preparado por Bob Baffert para Gary y Mary West ofreció una verdadera sinfonía de calidad para conquistar de forma inapelable el Breeders’ Cup Juvenile (G1-1700 m, arena, US$ 2.000.000), casi, casi, garantizándose el título de Campeón 2 Años de la temporada.

Esos datos, importantísimos por cierto, no serían tan dulces para el turf argentino y sudamericano si no hubiera estado de por medio un hijo del crack Candy Ride, el caballo que descolló en la pista para luego transformarse en un padrillo sensacional, quizás, el mejor en la historia del turf albiceleste a nivel internacional.

Como con Gun Runner en el Classic (G1) de 2017 en Del Mar, el reproductor de Lane’s End volvió a sobresalir en la serie de carreras más importante del mundo, en un síntoma no sólo de generosidad, sino de vigencia absoluta.

Dándole a Baffert su décimo quinto festejo en la Breeders’ Cup, Game Winner también posibilitó que el jockey dominicano Joel Rosario cerrara con un doblete una tarde fenomenal y que antes lo había visto vencer en el Juvenile Fillies (G1) con Jaywalk (Cross Traffic).

En un día donde la velocidad fue dominante, Game Winner consiguió torcer la tendencia y se impuso de atropellada, como es su característica. Pareciera que poco a poco va calentando motores el zaino grandote con madre A.P. Indy, aguardando la recta final para prender el turbo. Y así volvió a ser en esta ocasión, porque frente a las tribunas lo de Game Winner fue descollante, desbordando a Knicks Go (Paynter) pese a los intentos de Albin Jimenez, que hasta llegó al golpear al enorme favorito en plena definición con tal de torcer una historia sentenciada.

Siguió corriendo fuerte el potrillo criado por el Summer Wind Equine, dominó y terminó sacándole a su adversario 2 1/4 cuerpos de ventaja, todo tras 1m43s67/100, un tiempo 5/100 superior con respecto al que estableció un rato antes Jaywalk.

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