Dueño de una campaña modesta, pero con un pedigree brillante, es hoy uno de los grandes referentes en la cría europea; disfrutó de un Royal Ascot excepcional
Lejos de las luces que suelen resaltar a padrillos como Galileo (Sadler’s Wells), Dubawi (Dubai Millennium), Frankel (Galileo) o Sea the Stars (Cape Cross), el turf europeo “esconde” otros grandes caballos. En el ámbito de la velocidad y la precocidad, uno de los cabeza de lote es Kodiac, que disfrutó de un Royal Ascot consagratorio, principalmente durante el sábado último, cuando vio ganar a sus crías Campanelle, Nando Parrado y Hello Youmzain el Queen Mary Stakes (G2), el Coventry Stakes (G2) -ambos exclusivos para dos años…- y el Diamond Jubilee Stakes (G1), respectivamente.
El zaino nacido en 2001 y que actúa en la cabaña irlandesa Tally-Ho Stud es, sin duda alguna, uno de los mejores continuadores de la estupenda línea paterna de Danehill (Danzig), a un costo de 65.000 euros el servicio en 2020, lo que da una idea “económica” de su valor. Lejos está Kodiac de ser una “casualidad” en su éxito, pues resultao una pieza genética de nivel superlativo y que tiene por madre a la fantástica Rafha (Kris), lo que lo hace hermano materno de otro reproductor sensacional como Invincible Spirit (Green Desert) -padre de Kingman, otro estandarte de la cría actual desde Juddmonte Farms-, de los graduales Sadian (Shirley Heights), Acts of Grace (Bahri) y Fnan (Generous), y entero de Massara, ganadora clásica en su paso por las pistas y luego vientre de la campeona Nayarra (Cape Cross) y de los vencedores graduales Gustav Klimt (Galileo), Wonderfully (Galileo).
Kodiac tuvo una campaña modesta, de esas que quizás desalienten para confiarle posibilidades como padrillo, ganando 4 pruebas en 20 salidas y teniendo como gestión más trascendente un segundo en el Hackwood Stakes (G3) y un cuarto en el Prix Maurice de Gheest (G1) francés.
Apoyado más en su genética que en su trayectoria, Tally-Ho se jugó por Kodiac, cuya primera temporada ostentó un valor de 5000 euros, cubriendo un libro de 111 yeguas, pero muy flojo en calidad. Con un buen comienzo de sus crías en los rings, mucho mejor a lo esperado (16.000 libras de promedio en 2009), luego llegó un casi inmediato éxito en los hipódromos. Fueron 17 los dos años por Kodiac que ganaron en Irlanda e Inglaterra al final de 2010, y temporada tras temporada sus números mejoraron y su valor creció, con el tope de llegar a cubrir 236 vientres en 2014 a un costo de 10.000 euros. En 2017 el padrillo batió el récord mundial de crías de 2 años ganadoras, llegando a 63.
En el repaso de lo mejor de su producción sobresalen los ganadores de G1 Best Solution, Fairyland, Tiggy Wiggy y Hello Youmzain; los G2 Besharah, Fox Champion, Kodi Bear, Adaay, Ardad, Campanelle, Kessaar, Nando Parrado, Prince of Lir y True Valour; más otros 13 ganadores de G3 hasta totalizar 23 titulares de pruebas de grado y otros 29 que se impusieron en clásicos listados.
Sólo en 2019, Kodiac fue el campeón europeo entre los padrillos de 2 años y también aquél que produjo mayor número de ganadores, ratificando su generosidad y fundamentando en los resultados el salto de valor de su servicio.
En 2020 la historia parece correr por canales similares e incluso superiores, con la expectativa de redondear su mejor año. Sería lógico, al haber ganado en los últimos tiempos mucha calidad en las yeguas que le son presentadas. Entre monstruos, Kodiac se muestra como un productor singular de velocistas y precoces, aunque claramente su historia no pasa solamente por esas características tan buscadas. Sino que va mucho más lejos…