Classic Causeway, parte de su brevísima producción final, ganó el fin de semana el Sam F. Davis Stakes (G3) en Tampa Bay Downs, camino hacia el Kentucky Derby (G1)…

Por Diego H. Mitagstein

La Estación de Montas La Mission estaba en su apogeo allá por 2008 y 2009, cuando el consorcio de criadores que le dieron forma produjo uno de los hechos más relevantes en la historia moderna de la hípica nacional, llegando a un acuerdo con el Ashford Stud de Kentucky para que el fenomenal Giant’s Causeway (Storm Cat) prestara servicio por dos temporadas en nuestro país.

Por casi un año el Caballo de Hierro vivió a 90 kilómetros de la Ciudad de Buenos Aires, atrayendo los mejores libros de yeguas madre a disposición, con cabañas de toda la región enviando a muchos de sus mejores vientres para tener una cría del formidable campeón. Más allá de la discusión sobre si respondió o no respondió a las expectativas, el alazán tiene status de figura de primerísimo cartel a nivel mundial.

Giant’s Causeway murió en el primer semestre de 2018, a los 21 años, en plena temporada de servicio y tras una breve enfermedadd. Y su recuerdo viene al caso porque el último fin de semana, Classic Causeway, una de las 3 crías de su generación final, se convirtió en aspirante temprano al triunfo en el Kentucky Derby, manteniendo en alto la presencia de su padre en el calendario ganando el Sam F. Davis Stakes (G3), prueba preparatoria en Tampa Bay Downs, Florida, Estados Unidos, para el Tampa Bay Derby (G2).

Reservado del Kentucky West Racing LLC y el Clark M. Cooper Family Living Trust, el alazán con una lista blanca en su cabeza (como Giant’s…) superó por 3 3/4 cuerpos a Shipsational (Midshipman), bajo la preparación de Brian Lynch y con Irad Ortíz Jr. en sus riendas, respondiendo bastante a lo que generalmente fue el fuerte de las crías del campeón: de los 3 años en adelante.

Giant’s Causeway es padre ahora de 165 ganadores clásicos -y en Classic Causeway se da la particularidad de tener como abuelo materno a Thunder Gulch (Gulch), otro caballo que llegó a La Mission para servir en nuestro país, en aquellos tiempo de gloria genética y de trabajo conjunto.

Giant’s Causeway fue uno de los SPC más importantes que se hayan visto en las últimas décadas, ganando prueba de G1 en 3 países distintos, siendo consagrado campeón en Irlanda e Inglaterra y como Caballo del Año en Europa, simpre con la chaquetilla de Coolmore, tras ser adquirido en el vientre de su madre por 2,8 millones de dólares en las ventas mixtas de 1996 en Keeneland.

Sus banderas fueron la bravura y la sanidad, sosteniendo muchos duelos memorables, como aquél con Valentino (Nureyev) para ganar por la cabeza el St. James’s Palace Stakes (G1) de Ascot; o con Kalanisi (Doyoun) para llevarse el Coral-Eclipse (G1) en Sandown Park y el Juddmonte International Stakes (G1) de York; o como ese con Dansili (Danehill) antes de conquistar el Sussex Stakes (G1) de Goodwood; y sin olvidar el coraje que mostró para doblegar a Greek Dance (Sadler’s Wells) por medio cuerpo en el Irish Champion Stakes (G1) de The Curragh. Como con su generosidad, Giant’s Causeway se mostró hasta el final, cerrando su inolvidable paso por las pistas en el Breeders’ Cup Classic (G1) de 2000 en Churchill Downs, la tarde en que Tiznow (Cee’s Tizzy) le dio de beber de su propia medicina y le torció el brazo por apenas un pescuezo. 

Giant’s Causeway mantiene su legado hasta el final y porqué no soñar con que Classic Causeway le de la gran despedida que merece.