El campeón argentino viene de quedar dos veces fuera del marcador, y ahora tiene otro desafío difícil

El campeón argentino He Runs Away sigue dando batalla en las pistas australianas, y este sábado enfrentará un nuevo difícil desafío, el tercero desde que volvió a la actividad hace un mes luego de 19 semanas de inactividad. Tras quedar décimo en Kensington y undécimo en en la Wagga Cup (L) de Wagga, a 4 1/2 y 5 1/2 cuerpos, respectivamente, ahora el zaino hará un nuevo intento en Rosehill Gardens. Será en la séptima carrera, el Lord Mayors Cup (L), sobre 2000 metros en el césped.

Atendido por Chris Waller, uno de los mejores entrenadores en aquél país, el hijo de Heliostatic y Heavens to Sally (Honour and Glory) lleva cuatro victorias allí, sin olvidar su excelente segundo en la Christmas Cup (L) de Doomben con que cerró su 2020. Ya de siete años, esta vez tiene partida dos y al aprendiz Tom Sherry confirmado para conducirlo, debiendo cargar livianos 54 kilos.

Pese a ese detalle para nada menor, la distancia y las dificultades que le acercan sus rivales le hacen complicada la empresa, principalmente por la presencia Parry Sound (Pierro), el gran favorito en la previa y que arrastra una serie de labores que entusiasman, aunque en categorías inferiores con respecto a las que se viene mostrando He Runs Away.

El neocelandés Polly Grey (Azamour), fresco ganador de la Gosford Gold Cup (L), en Gosford, asoma como otro nombre con grandes oportunidades de quedarse con la mayor cantidad de caramelos de la piñata, al igual que el irlandés Grey Lion (Galileo), que en su salida más cercana terminó quinto a 2 1/4 cuerpos en la JRA Plate (G3), disputada en Royal Randwick, carrera dura y que lo deja en inmejorables condiciones para reclamar el triunfo ahora.