El jockey uruguayo correrá por segunda temporada seguida el Saudi Derby (G3), ahora montando al potrillo brasileño Loreley

Por Diego H. Mitagstein (Enviado Especial de Turf Diario a Riyadh, Arabia Saudita)

RIYADH, Arabia Saudita (De un enviado especial).- Héctor Lazo tendrá este sábado la satisfacción profesional de correr por segunda temporada consecutiva el Saudi Derby (G3). Hace 12 meses terminaba sexto con Kiefer (Drosselmeyer) y ahora apoya sus expectativas con Loreley (Kentuckian), otra vez haciendo equipo con el entrenador brasileño Ricardo Colombo.

Líder por 5 temporadas en el Hipódromo de Maroñas, y otras 3 en Las Piedras, cuenta Hector: “Estoy muy contento con esta nueva oportunidad de correr el Saudi Derby y con la experiencia anterior que fue muy linda todavía viva”.

Ya cuando llega el momento de referirse al potrillo, el jinete no se guarda nada: “Sabemos que Loreley es un muy buen caballo. Corrió en Dubai con algún problemita y no rindió, pero ahora está en óptimas condiciones. Enfrentamos una carrera muy dura, pero tenemos confianza en su nivel”.

Desde un punto de vista personal, para Lazo “Es un privilegio para mí en lo profesional estar aquí, competir contra rivales de primer nivel mundial, colegas que han hecho historia. Es algo que se disfruta mucho y estar acá es un logro muy grande, sin dudas. Estaré compartiendo pista con Frankie Dettori, y ya me tocó hacerlo antes con Irad Ortíz, Christophe Lemaire y otros grande colegas, es un gran placer”.

Lazo estuvo muy cerca de radicarse en Argentina. “Antes de la pandemia tenía todo arreglado para ir y correrle a un entrenador líder en Palermo, pero se cortó la actividad y desgraciadamente todo quedó en la nada”. Sin embargo, en los tiempos más recientes su carrera encaró retos internacionales y la idea es seguir por esa ruta. El jockey anticipa: “Ricardo Colombo me hizo una invitación para ir a Gulfstream Park con algunos de sus ejemplares en los Estados Unidos y lo estamos evaluando, pero la idea es esa, tras correr en Dubai”.

Héctor Lazo volverá a ser parte de la fiesta de la Saudi Cup, un placer que no todos pueden darse. Pero tiene la ilusión de que el competir se transforme en ganar.