Convirtió el Handicap Ipe (2000 m) del norte en una “linda pasada” para volver a las competencias más duras 

Devuelta desde septiembre en un estado inmejorable por los Gaitán Dassié (¡qué los cumplas feliz, Alfredo!), la regular Hellas Verona (Interaction) extendió la racha de sonrisas otoñales del Haras Pozo de Luna ganando a voluntad el Handicap Ipe (2000 m, arena), duelo central de este viernes en el norte. La despedida de la Interaction había sido en la tercera chapa del Estrellas Distaff – Copa Alejandro Menditeguy (2000 m), en la arena de Palermo, gestión a la que precedían dos impactos en una condicional y en un handicap similar al de este viernes. Las expectativas mayores pasaban por ver cómo se acomodaría la zaina a los 59 1/2 kilos que le habían asignado, lógicamente como peso máximo, y la respuesta no pudo ser mejor, porque la nieta de Hussonet accionó distendida todo el tiro, hasta se dio el lujo de entrar de las últimas a la recta, para alcanzar en dos saltos a la puntera Mini Spirit (Peer Gynt), que adelantamos que correría bien, y perdió la chapa de escolta por el hocico ante Giulitta (Most Improved) en el último salto.

Hellas Verona se había volado en los 250, para cruzar con tres cuerpos y medio de ventaja sobre esa pulseada del segundo escalón, mientras más abajo se iban desgranando Just You (Grand Reward), Llamas de Acero (Fuego e Hierro) y una preocupante Celeste y Blanca (Indy Point), cuya reprise de marzo había sido pésima, y este viernes le adosó a su tabulada otra tarea de nulo valor agregado, porque cruzó a 12 cuerpos, pero lo serio es que corrió última o penúltima y cuando llegó la hora del derecho no pudo descontar ni un centímetro. De la yegua que se despidió en el 2019, que animaba lotes serios y asustaba con su atropellada, todavía no hay noticias…

Con Hellas Verona, entonces, Pozo de Luna tiene una carta importante para pensar nada menos que en el reemplazo de la gradual Blue Stripe (Equal Stripes), que viajó esta semana a Florida, en los Estados Unidos -donde arribó, por suerte en perfecta forma-, para cumplir allí con la cuarentena antes de seguir rumbo al stud del trainer chileno Marcelo Polanco, que se encargará de su training junto a Nicolás Martín Ferro, que ya arma su agenda para viajar cada mes hasta noviembre al país del norte para digitar los pasos a seguir en procura de llegar al Bredeers’ Cup Distaff.