La hija de Orpen, ganadora de la Copa de Plata (G1), en 2013, ya está en Areco tras un largo viaje desde Nueva Zelanda

Es una constante que la mayoría de las grandes yeguas argentinas tengan su destino en el exterior, pero también es lógico; ya sea para continuar con su entrenamiento o para ser destinadas a la reproducción. En un país con su economía fracturada, con premios de los más pobres del mundo y con precios para los productos que en comparación con otras partes del planeta son irrisorios, una transacción es una de las pocas ocasiones que un propietario/criador tiene para tratar de equiparar las cuentas. Y eso sin entrar en el para nada pequeño detalle de los diferentes valores del dólar y de los aforos antojadizos, que transforman una venta en un problema.

Con injusticia en las palabras, y jugando desde afuera, se lee y se escucha el reproche hacia quienes eligen ese camino con muletillas vacías en sentido común; es fácil cuando el caballo o el bolsillo es ajeno, ya sea cuando el dinero sale (la mayoría de las veces) o cuando el dinero entra.

La lista es larga en cuestión de exportaciones, con nombres como los de Cita di Rio (Equal Stripes), Joy Canela (Fortify), Sweet Mana (Easing Along), Moon of the City (City Banker), Star Austral (Cosmic), Touch of Pink (Heliostatic) o Shyster (Equal Stripes), sólo para apelar a viajeras cercanas.

Pero no todo es venta para los criadores y propietarios argentinos, que también realizan importantes inversiones / esfuerzos en el extranjero para la incorporación de vientres con otras genéticas y para la repatriación de algunas de las buenas yeguas nuestras previamente vendidas.

En este último segmento podemos recordar la llegada a la Argentina de la campeonísima Emotion Parade (Parade Marshal), la notable Netherland (Roy) y la G1 Forty Paulina (Roar) para el Haras Las Raíces; las vueltas de las G1 Samba Reggae (Mutakddim) y True Passion (Orpen) para darle brillo al lote de reproductoras de Heritage Stud; el retorno de Stormy Kiss (Bernstein) para El Chañar; o el de la G1 y récord-horse Qué Piensa Cat (Easing Along) al propio Vacación.

Pues bien, el último domingo otra notable yegua nacional de los últimos años volvió a casa, ahora con destino en el Haras Vacación, que la importó tras un largo trajinar desde Nueva Zelanda para sumarla a su prestigioso plantel. Se trata de Hendaia, la hija de Orpen que en 2013 ganó el Gran Premio Copa de Plata (G1) y que en su campaña también fue segunda en el Gran Premio Enrique Acebal (G1) y en los clásicos Paseana (G2) y Federico de Alvear (G3), como así también tercera en el Clásico Apertura (G3), siempre en la distancia y sobre el césped.

De la cría del inolvidable Javier Zubizarreta en su Haras Usasti, la zaina que compitió en Singapur, donde alcanzó una victoria ante los machos, ya está en Vacación cumpliendo con la cuarentena de rigor tras el prolongado periplo, tras dar a luz una cría por Darci Brahma (Danehill), que quedó en Nueva Zelanda y también es propiedad de Vacación.

Para la cabaña de Pablo Zavaleta y Damasia Lottero, la llegada de Hendaia tiene un plus, además de su condición de hija de Orpen (actual líder en la estadística nacional de abuelos maternos) y de haber vencido en la Copa de Plata, pues pertenece a una rama materna que desde siempre ha estado en la familia y que tiene varios nombres cercanos de éxito.

La madre de Hendaia es Baska Hermosa (Engrillado), una propia hermana de los ganadores de G1 Basko Pintón y Esposado, y materna del placé en G2 Lehendakari (Mutakddim), todos nietos de Very Dark (Vervain); esta dio a Starry Night (Fitzcarraldo), abuela de I Want Revenge (Stephen Got Even) y de In the Dark (Mutakddim), vencedor en el Gran Premio Polla de Potrillos y hoy padrillo en Vacación, a través de sus hijas Meguial (Roy) -que hoy disfruta su retiro en el campo de San Antonio de Areco como madrina, feliz- y Nada Oscura, respectivamente.

Muchas de las buenas yeguas argentinas se venden por cuestiones económicas, pero también hay haras que buscan la oportunidad de repatriarlas para darles la posibilidad de lucirse en casa, como los ejemplos antes mencionados y como ahora Vacación con la buena de Hendaia, un aporte gigante en calidad para la hípica argentina que, pese a todo, lucha y lucha…