La frase simpática fue de Nicolás Martín Ferro, preparador de la ganadora del Clásico Arturo R. y Arturo Bullrich (G2)

Por Gustavo S. González

Se le ponía áspero el final del Clásico Arturo R. y Arturo Bullrich (G 2-2000 m, arena) a Henestrosa (Treasure Beach), que había corrido en el medio del lote de 13 yeguas y emergió en la recta final para buscar el triunfo cuando venía en la punta Eagle Scout (Il Campione) ya mermando sus fuerzas. Pero la primera que relevó a la líder fue Summer Rae (Equal Stripes), que traía buena ventaja una vez al frente. Encima, se veía cómo trabajaba Eduardo Ortega Pavón en la montura de la defensora de Pozo de Luna y la resistencia que iba a oponer la de La Leyenda, con Juan Noriega.

Sólo dentro de la última cuadra pudo Henestrosa quebrar la resistencia de su rival. La más veterana -5 años- y fogueada superó a la de 4, que corría su primer clásico. Henestrosa debería calificarse como una yegua de césped (23 actuaciones), si no fuera porque en la arena (4 carreras) ganó los dos clásicos que adornan su foja. El restante es el Ignacio e Ignacio F. Correas (G 2-2500 m). El Bullrich podría haber sido el último, porque ya se pensaba en el haras para ella, pero con actuaciones como la del sábado 5 será difícil sacarle la ropa de fajina.

Lo comenta Nicolás Martín Ferro, su entrenador, que volvió e sumar en el alto nivel tras una suspensión: “Venía teniendo una tarde dura, porque debuté un potrillo que me gustaba mucho y le tocó perder [Subsanador, que entró 3° en 1200 m], y después la de Huapango… [… Torero, 3° en el Otoño]. Venía golpeado; estábamos en la redonda con Tomás [Larrain, manager de Pozo de Luna] y dijimos ‘a ver si nos salva la viejita’, porque hace tres carreras que venimos pensando en llevarla al campo para madre, pero  siempre decimos una más, una más; siempre corre bien y está como Los Chalchaleros, no quiere retirarse nunca”, se ríe Nicolás.

“Teníamos esta carrera, brava, dura, abierta, así que estamos contentos porque Henestrosa merecía una victoria como esta. La última fue en el Correas por distanciamiento de Marquesa Key, pero merecía ganar en la pista; es una yegua muy noble. Uno piensa que quizás es más pastera y resulta que los dos clásicos que ganó fueron en la arena”, explica el cuidador.

Pero no se queda con eso: “Y Ortega es un fenómeno, la corrió al milímetro. Habíamos convenido en que viniera en la mitad del lote y después buscarle libertad en el derecho e hizo todo bien, no tuvo ni un contratiempo, se la tiró de los 300 a la raya a Summer Rae y la manoteó arriba. Tuvo un día tremendo -ganó también el Luro, con Editorial Comment- así que estoy muy contento por él también”.

Sobre el futuro de Henestrosa, Nico sabe que no hay mucho que especular, por eso se ríe: “Charlaremos en la semana para ver qué hacemos pero calculo que nos tiraremos al Lerena o al Criadores, la verdad es que el servicio y la cría están lejos todavía. Ella demuestra que está al nivel, sana, más linda que nunca, así que nos pide seguir corriendo”. Luego se sabría que fue nominada por San Isidro para correr el Longines Latinoamericano (G1) en Chile.

Y respecto de Huapango Torero coincide con la idea que esbozó en estas crónicas Fernando Fantini, el director de Pozo de Luna, que hace unos días nos dijo que era necesario ponerlo a prueba en la arena. “Con Huapango había que probar, era una carrera linda, con pocos caballos, pero parece que nos quiso decir que hay que volver al pasto. El intento se hizo”.