A los 7 años, y dejando atrás su traspié en el Gran Premio Joaquín S. de Anchorena, el hijo de Heliostatic ganó este lunes sobre 1800 metros y en un tiempazo el Clásico Verano

Aquello de que la calidad no tiene fecha de vencimiento encuentra cumplimiento pleno con el bueno de Hole In One. Es un crack el caballo del Stud Tramo 20, que a sus 7 años bien entrado ofreció este lunes en el Hipódromo Argentino de Palermo otra muestra de su generosidad competitiva alcanzando una valiente victoria en el Clásico Verano (1800 m, arena normal).

Después de un bajón un tanto inesperado en el Gran Premio Joaquín S. de Anchorena (G1), el hijo de Heliostatic y Honey Happy (Lode) sacó a relucir toda su clase en la recta final para aplacar las ínfulas de Quito Key (Key Deputy), que llegó a dominarlo en algún tramo, recuperando el liderazgo en al cuadra final y consiguiendo prevalecer por 1 cuerpo en la espectacular marca de 1m45s1/100.

Como en sus dos labores previas en la tierra, Hole In One terminó adelante, mostrando una versatilidad que fue bandera a lo largo de su extensa y productiva campaña, ya sea en cuestiones de superficie como de distancia, pues desde la milla y hasta los dos kilómetros siempre se las arregló para dar pelea.

Para que el alazán nacido en el Haras Santa María de Araras consiguiera todo lo que consiguió, indudablemente hay que hacer un alto en la tarea de Gustavo Romero en su entrenamiento y de Juan Cruz Villagra en su conducción, cada uno sacando el máximo provecho de conocerlo tanto, en las mañanas y por las tardes.

Como se dijo, Hole In One derrotó por 1 cuerpo a Quito Key, con Grosso Amor (Cosmic Trigger) completando la trifecta a 4 largos. Ausente Asiatic Till (Asiatic Boy), el que no rindió esta vez fue el favorito Roman the Mad (Catcher In the Rye), que se apagó rápido al llegar el derecho para terminar quinto y a lejanos 12 cuerpos del ganador.

Hole In One es dueño ahora de 14 victorias sobre 34 salidas -11 de ellas en el plano clásico…- y totaliza una fortuna de 9.244.968 pesos en ganancias. Con 7 años, sea en arena o en césped, siempre está listo para dar batalla, para poner su clase por delante y ser protagonistas. Como lo muy buen caballo que es.