El entrenador argentino diagrama la campaña de sus estrellas; Blue Prize, en septiembre a la cancha

Mientras Lola mira de lejos, Emma no para de saltarle encima de la cabeza. Los mediodías en su casa de Lexington suelen ser para Ignacio Correas (h.) un momento de relax tras las mañana en su base de Keeneland; si su Weimaraner “más potranca” no tiene ganas de jugar.

Son días tranquilos para el entrenador argentino tras el ajetreado fin de semana que pasó en Arlington Park por la serie del Arlington Million, pero pronto la paz volverá a vestirse de exigencia, con sus mejores caballos, muchos de ellos argetinos, saliendo a la pista en busca de más triunfos grandes.

Con cuatro de sus pupilos anotados para competir entre hoy y el domingo en Chicago y Saratoga, Correas transita otra temporada productiva y que espera cerrar mucho más arriba todavía. “Nos está yendo bien, y eso que nos faltó un poco de suerte. Pero siempre fue un ‘cuidador de segundo semestre’”, bromea mientras Marina, su compañera de toda la vida, le pide desde atrás que mande saludos.

La actualidad de los sudamericanos a su cargo es la razón de la charla, y Blue Prize tiene gatera uno, pues existía la opción de que corriera el Personal Ensign Stakes (G1) de mañana en Saratoga, aunque no fue anotada. “La yegua está bárbara. Hoy pasó 1000 metros en 1m1s y me ratificó la buena forma que mantiene. Ya está clasificada para el Breeders’ Cup Distaff (G1) y por eso trataremos de llegar a nuestro máximo objetivo en la mejor forma posible. Mi plan es volver a Churchill Downs para el Locust Groove Stakes (G3), que se corre el 15 de septiembre sobre 1800 metros y después, si queda bien, el Spinster Stakes (G1) de Keeneland puede ser el último paso antes de la serie”, cuenta esperanzado.

Dona Bruja le dejó una mueva de tristeza tras el Beverly D. Stakes (G1), donde un desarrollo horrible la hizo quedar última inesperadamente, aunque a menos de seis cuerpos de la ganadora: “Ya quedó atrás la carrera, no tuvo suerte, pero sí así terminó tan cerca… Hay que mirar para adelante y lo bueno es que quedó muy sana. También la trabajé hoy suave (52s y pico para los 800 metros) y estoy trabajando en volver a encontrar la yegua que se dejaba llevar fácil. No se en a qué carrera apuntaremos todavía, pero tenemos opciones en Keeneland, en Kentucky Downs y en Maryland; ya será tiempo de sentarse a analizar las diferentes posibilidades”.

Sin Le Ken (Easing Along) en su stud, que, como informó Turf Diario quedó en manos de Ron McAnally tras su buena participación en el Del Mar Mile Handicap (G2), La Extraña Dama (Catcher In the Rye) completa el terceto de pingas argentinas en su stud: “Se está aclimatando bien, no es fácil. La veo muy bien y la ilusión es poder hacerle una muy linda campaña en las carreras de distancia, ya demostró que galopar no le molesta”. La yegua de La Pomme está clasificada para la Breeders’ Cup, pero aún parece lejano que vaya a ser parte de la serie en noviembre.

Hace algunas semanas regresó a su caballeriza la brasileña Blossom D’Orange (Public Purse), ganadora clásica en Maroñas y propiedad de Team Valor: “La verdad es que ahora sí está preciosa, el tiempo de campo que se le dio hizo efecto. Está arrancando a moverse fuerte, y quizás podamos verla reprisar en octubre, en Keeneland o en Churchill Downs”, cuenta. Correas se dispone a descansar un rato, ahora que Emma entró en razones y se acurrucó cerca de Lola. Si “se le da por soñar”, seguro serán triunfos. En su stud tiene motivos de sobra para que asi sea…