El criador se mostró más que feliz ante la posibilidad de desarrollar al campeón como padrillo junto al Stud RDI

Por Diego H. Mitagstein

La noticia sobre el retiro del campeón Ivar y su regreso a la Argentina para iniciar su campaña como padrillo en el Haras Carampangue (informada ayer en primicia por Turf Diario) provocó un sacudón dentro del planeta turf, con la mayoría de los medios importantes del extranjero reflejándola, y una alegría de fanáticos y criadores en Sudamérica por la posibilidad de volver a tener entre nosotros a uno de los mejores caballos de los últimos tiempos en esta parte del mundo.

Las redes sociales fueron testigo de esa sensación, más allá de la pena general por la baja del entrenamiento del crack en un momento de su campaña donde todavía daba pelea en el más alto nivel. Pero si hubo una persona feliz con el “cambio de profesión” del fornido zaino negro, ese fue Ignacio Pavlovsky (h.), manager de la cabaña de intereses chilenos en la que el crack recalará dentro de unas pocas semanas.

Carampangue y Pavlovsky ya tienen enorme experiencia en eso de manejar padrillos de primer nivel. Allí sirvió durante sus últimos años el fenomenal Candy Stripes (Blushing Groom), también lo hicieron Pure Prize (Storm Cat) y Orpen (Lure) y hoy esperan a su nuevo compañero Señor Candy (Candy Ride), Suggestive Boy (Easing Along), Forge (Dubawi) y Seek Again (Speightstown).

Dice Ignacio: “Quiero agradecer primero enormemente al Stud RDI y a toda su gente por haber confiado en nosotros para desarrollar a Ivar como padrillo. Es una apuesta muy grande y se da en un momento donde se nos hizo un lugar para tener un caballo. Sin dudas, es un lujo que nos damos”.

Luego, el criador, dueño del Haras La Manija, donde se crió Blue Prize (Pure Prize) y donde nació Blue Stripe (Equal Stripes), por ejemplo, sumó: ” Hace tiempo que veníamos buscando un caballo con la genética japonesa de Sunday Silence y los buenos prospectos son imposibles de conseguir para nosotros. 

“Son muy caros y también los que están en venta generalmente corren mucha distancia,y eso al mercado local no es lo que más los entusiama. Lo de Agnes Gold en Sudamérica y en la Argentina en particular es impresionante, sus números son irrepetibles. Ivar además es un caballo espectacular, con una madre clásica y de gran pedigree internacional. En la pista, el caballo fue muy superior a su generación en la Argentina, demostrando un potencial enorme. 

“Y en los Estados Unidos corrió todos los G1 de la milla, carreras bravísimas, sin desentonar nunca. Sus 3 Breeders’ Cup fueron espectaculares, contra campeones, corriendo para ganar siempre, y su golpe de velocidad era impactante. Es completo por donde uno lo mire”.

En el plantel de yeguas madre de Carampangue hay muchas hijas de Orpen, que ganó las últimas dos estadísticas de abuelos maternos, y varias de ellas serán cubiertas desde agosto próximo por Ivar. “Físicamente no puede ser más lindo, correcto, grande, seleccionado en la Argentina. Fue campeón en nuestro país y ratificó en el exterior. Pensamos darle muchas de nuestras mejores yeguas, apostar en él”, finaliza Pavlovsky, esperando que muchos criadores importantes se sumen al proyecto de desarrollar al crack como padrillo mediante la adquisición de acciones.

El crack Ivar vuelve a la Argentina y para el Haras Carampangue es una nueva enorme posibilidad de lucirse. Para la hípica argentina en general, el regreso de uno de sus hijos pródigos…