Hijo de Not for Sale en una madre de la familia de la “I”, respondió con resultados “al papel”

Casi no hubo generación en la que Not for Sale (foto) no haya tenido hijos fenomenales. Sólo una temporada alcanzó a servir el fantástico padrillo en el Haras La Pasión antes de morir, y con esa única producción, nacida en 2015, forjó una “despedida” tan grande como merecía.

El triunfo de Il Mercato en el Gran Premio Carlos Pellegrini (G1) fue la coronación de un proceso selectivo maravilloso para el inolvidable Parade Marshal que pasó la mayor parte de su vida en el desaparecido Haras Arroyo de Luna. Antes, había disfrutado de Grecko, el mejor 2 años, y de otro potrillo singular como American Tattoo, dueño del Gran Premio Polla de Potrillos (G1).

Por supuesto que el aporte de Not for Sale “en su lado del pedigree” fue fundamental para la capacidad corredora de Il Mercato, pero, en su caso, se combina con una de las familias más prolíficas del elevage nacional y que también es responsable de otro de los más frescos vencedores del turno más destacado de Sudamérica: Interaction (Easing Along).

Conocida como de la “I”, y con base en la maravillosa Foxona (Foxhunter), encontró su mayor desarrollo en el Haras Abolengo, aunque en La Pasión se han preocupado por tratar de tender su propia rama de ese linaje selecto.

Recuerda Nicolás Benedicto, propietario de la cabaña donde nació Il Mercato, que Equal Pretty (Equalize) (en la foto con su cría 2018 por Santillano), la madre del campeón, es hija de Rubia Pretty (Candy Stripes), junto con Rubia Ashes (Equalize), parte de la primera compra al Haras Abolengo, el mismo año en el que, en remate, adquirieron a Rubio First (Lode), luego ganador del Dardo Rocha (G1).

“Casi que podemos decir que Rubia Pretty fue una de nuestras yeguas fundadoras. Ella fue segunda en el Selección (G1) de La Plata, y fue muy generosa en el haras, produciendo a Illegally Blonde (Southern Halo), G2 y record horse, y dejando varias hijas generosas, como Equal Pretty e Infusión (Ride the Rails). De hecho, este año, Equal Pretty es también la abuena de Il Vesubio (Sixties Icon), ganador clásico en La Punta, e Infusión produjo a Il Gelato (Lizard Island), que fue uno de los mejores dos años, llevándose el Luro (G2) y el Congreve (L)”.

Nombres inolvidables también aparecen en el pedigree de Il Mercato, como Don Incauto (Roy), Don Inca (Candy Stripes), Isabela (Liloy), Ivanhoe (Gran Atleta) o Intérprete (Farnesio), a través de décadas en la que la fabulosa familia de la “I” continuó su crecimiento. 

No es tampoco casualidad que el pedigree de Il Mercato muestre inbreeding en Caro (Fortino), combinando Parade Marshal y Ringaro, y en Swaps (Khaled), gracias a las presencias de No Robbery y Laramie Trail. Ambas líneas, cayeron muy bien en la genética argentina, sobre todo la de Caro, un gigante genético y que en los tiempos cercanos ha tenido un reverdecer de la mano del estupendo Uncle Mo, hijo a su vez de Indian Charlie (In Excess-Siberian Express), “dándole una mano” a  Mizzen Mast (Cozzene), que desde la  la padrillera de Juddmonte Farms venía sosteniendo la historia.

Curioso saber que Caro, representante de la línea Nasrullah, fue diagnosticado con metritis en la primavera de 1978, tras haber dado negativo de ese virus. Se lo trató, superó el “tropiezo” y siguió prestando servicio para convertirse en un verdadero referente.

Il Mercato y su clase para ganar un Gran Premio Carlos Pellegrini no han sido uno de esos tantos casos sin explicación desde la genética -y que tan bien le hacen al deporte, manteniendo la ilusión más allá de la inversión-, pues aquí el cruce de campeones y de ramas exitosas fue capaz de ofrecer un producto de excepción como los papeles sugerían.