El hijo de City Zip se quedó con el Whitney Stakes (G1) en Saratoga, donde el gran favorito Tom’s d’Etat dejó todas sus posibilidades después de una mala partida

SARATOGA SPRINGS, New York (Especial para Turf Diario).- Un segundo, una mala pisada, cambia la historia de cualquier carrera. Un imprevisto hace estragos en materia hípica y la cuestión se aplica a lo sucedido este sábado en el tradicional Whitney Stakes (G1-1800 m, arena, US$ 700.000) que se corrió en Saratoga.

El gran favorito Tom’s d’Etat (Smart Strike), nieto de la yegua argentina Candy Cane (Ride the Rails), erró el salto, quedó último y el desarrollo tomó un tinte diferente, dejando al veterano a merced de un milagro y un panorama bien distinto para sus cuatro únicos rivales. El que mejor aprovechó la situación fue el talentoso Improbable (City Zip), que hilvanó su segunda de máxima escala consecutiva -venía de quedarse con la Gold Cup en Santa Anita Park)- y vuelve a mostrar aquella forma que a los 2 años lo había hecho mantenerse invicto y prometer y futuro mucho más venturoso del que finalmente transitó.

El alazán montado por Irad Ortíz Jr. persiguió al puntero Mr. Buff (Friend of Foe), lo dejó atrás al pisar la recta y se floreó en el derecho para vencer por 2 cuerpos a Be My Standards (Goldencents), con Tom’s d’Etat remontando desde el fondo abierto para completar la trifecta a medio cuerpo, en loable demostración.

Improbable, que había caído contra este último en el Oaklawn Mile Stakes (L), sacó pasaje hacia el Breeders’ Cup Classic (G1), pues el Whitney formaba parte del Challenge Series, un desafío al que todos en su entorno desean llegar.

“Siempre vino bien. En el opuesto empezó a mejorar por si mismo y lo dejé, porque veníamos en un ritmo demasiado lento. Ya cuando en la recta lo exigí respondió con fuerza”, contó, satisfecho, Ortíz Jr., que disfrutó de una tarde generosa en triunfos.

Joel Rosario, jockey de Tom’s d’Etat, comentaría luego: “La situación de la partida me obligó a cambiar los planes, porque tuve que empezar a trabajar desde muy atrás. Por un momento tuvimos una buena oportunidad, pero haber largado mal terminó siendo demasiada ventaja”.

También titular del Los Alamitos Futurity (G1), en su primera campaña, el pupilo de Bob Baffert perdió el invicto al escoltar a Long Range Toddy (Take Charge Indy) en el Rebel Stakes (G2), para luego volver a ser segundo, pero de Omaha Beach (War Front) en el Arkansas Derby (G1).

A partir de allí su campaña entró en un momento de irregularidad hasta su reprise en 2020, cuando empezó a recuperar su forma. Ahora son dos éxitos de G1 consecutivos los que acumula y con absoluta razón integra el grupo de los mejores caballos adultos del momento, una división con varios aspirantes al título.

Propiedad de WinStar Farm, del CHC Inc. y del SF Racing LLC., Improbable, que costó 200.000 dólares como yearling, tiene como abuela a Our Rite of Spring (Stravinsky), ganadora clásica y hermana materna del estupendo Hard Spun (Danzig), crack en las pistas y padrillo notable.