Raúl Cazalas quería un padrillo para las distancias clásicas que sirviera en su Haras La Concordia; lo buscó, lo encontró y ahora disfruta los dividendos de una apuesta arriesgada, como el triunfo de Ajuste Fiscal en el Ramírez

La convicción es sin dudas un detalle favorable en la personalidad de cualquier ser humano. Cuando hay confianza, fe, ya las cosas arrancan distinto; plan de por medio, el riesgo se achica en cualquier aventura que se encare, por más difícil que sea. En el mundo de las carreras de caballos y de los caballos de carrera 2 más 2 muy pocas veces da 4, pero cuando los pasos se dan seguros de sí mismos, hay una “ventajita”.

Muchos que peinan canas y están en la cría desde siempre recuerdan que cuando a Inés Victorica Roca buscaba padrillo para su Haras Ojo de Agua y vio a Good Manners (Nashua), se enamoró a primera vista. Quienes trabajaban con ella objetaban sus aplomos, pero se convenció de lo que quería y el zaino terminaría convirtiéndose en un referente de la raza en  nuestro país y en el mundo.

Ignacio Correas padre no tiene timidez en recordar que cuando le llegó un grupo de posibles reproductores para adquirir su visión de cómo debería ser un caballo que sirviera en Las Ortigas lo llevó a preferir al bellísimo Lefty (Prince John) por sobre Mr. Prospector (Raise a Native), al que el tiempo consagraría como referente en todo el planeta. Claro, con las chapas puestas todos son adivinos, pero en su momento, en la búsqueda de la perfección, Lefty se acercaba mucho más a ella que Mr. Prospector…

Cuando en noviembre de 2013 Raúl Cazalas encomendó a Perhaps Bloodstock y Pablo Núñez la compra de Ioya Bigtime para servir en su Haras La Concordia, en Uruguay, podía parecer una jugada arriesgada, tratándose de un hijo de Dynaformer, un padrillo fenomenal, pero cuyas crías generalmente no mostraban precocidad, tenían algo de genio y tampoco podía catalogárselos como los más lindos del mundo.

Pero el criador estaba seguro de lo que quería: apuntar a las carreras clásicas, a las distancias donde se corren los trofeos importantes, y para eso debía apelar a la movida a la que pocos se atreven: un padrillo “hecho” para la distancia.

Nacido en 2007, Ioya Bigtime cumplió una extensa y efectiva campaña en los Estados Unidos, ganando en 6 de sus 25 actuaciones y totalizando en premios 540.149 dólares. A los 4 años disfrutó de su mejor temporada, venciendo en el Star and Stripes Stakes (G3) de Arlington Park y también en el Kentucky Cup Turf Stakes (G3), en Kentucky Downs, en ambos casos sobre 2400 metros, además de ser segundo en el Sycamore Stakes (G3) de Keeneland al pescuezo y en el American St. Leger (G3), otra vez en Arlington Park.

También escolta en el Pan American Stakes (G2), en el Mac Diarmida Stakes (G2) y en el Fayette Stakes (G2), en esta última prueba detrás del campeón Wise Dan (Wiseman’s Ferry), el zaino había salido de perdedor a los 2 años sobre una milla, siempre compitiendo para el Team Block.

Ese triunfo inicial y la capacidad de perdurar en las pistas con efectividad y de destacarse en las distancias clásicas fueron piedra fundamental en el análisis de Cazalas. Por línea paterna, Dynaformer es nieto de Hail to Reason (Turn-To), como Halo, el padre de Southern Halo, ni más ni menos. 

El nuevo padrillo de La Concordia ofrecía más puntos importantes, ahora por su rama materna. Ioya Two, su madre, era por el crack argentino Lord At War, reproductor sumamente influyente y que ocupa la misma posición en el pedigree de Pioneerof the Nile (Empire Maker)…

Ioya Two tuvo 9 crías que corrieron y, además de Ioya Bigtime, produjo al G3 Amazing Results (Grand Slam), a los titulares clásicos Mavericking (Empire Maker) e I O Ireland (Giant’s Causeway), y a Another Mystery (Temple City), aún en training y placé de black-type.

En los papeles el prospecto era justo lo que Cazalas buscaba para La Concordia, pero ahora a la convicción debía ayudarla también la suerte y la generosidad del propio padrillo. Por suerte para el entusiasta criador, todo fue soñado.

Ioya Bigtime fue Leading Freshman Sire en Uruguay durante 2018, cuando su hijo Negrone estuvo a nada de quedarse con el Gran Premio Nacional (G1), donde fue segundo después de afianzarse como un fondista de excelente nivel venciendo en los clásicos Criadores Nacionales (G3) y Carlos Reyles (L).

Pero en 2019 Ioya Bigtime crecería aún más de la mano de Ajuste Fiscal, ganador de los grandes premios Polla de Potrillos (G1) y Jockey Club (G1), y que el 6 de enero último se garantizó el título de Caballo del Año destruyendo a sus adversarios en el Gran Premio José Pedro Ramírez.

Vale la pena detenerse y mencionar que tanto Negrone cuanto Ajuste Fiscal tienen como bisabuelo materno al fenomenal Storm Cat, el primero a través de Cat Scan y el restante vía Storm Surge. Más: Cat Scan y Storm Surge cuentan por línea baja con Mr. Prospector como denominador común. Genética, que le dicen.

Con sólo 32 de sus crías que han competido, Ioya Bigtime tiene a 16 ya ganadores (el 50 por ciento), y 7 de ellos consiguieron salir de perdedores a los 2 años… Además de Negrone y Ajuste Fiscal, sobresalen en su producción los placé clásicos Laixa Moon, Iole, Start Time, Amén y Ioya Uno.

Cazalas pensó y también soñó los éxitos que hoy le da Ioya Bigtime desde la padrillera de La Concordia. Es cierto que muchas veces -la mayoría- las cosas no salen como uno las planea en el mundo del turf, pero él podrá darse el gusto de decir que buscó lo que hoy tiene.

La tercera camada del padrillo debuta en 2020 y será cuestión de esperar que lleguen las distancias clásicas para ver si es capaz de seguir respondiendo a esa convicción con tanta contundencia. Mientras tanto, Ajuste Fiscal irá por el Latinoamericano (G1) de San Isidro, intentando que la incipiente fama de su padre, sea internacional…

Diego H. Mitagstein

Foto Gentileza Haras La Concordia / Rafael Reyes