Con base en Florida, será la undécima mujer que participará como entrenadora en el pase final de la Triple Corona en Estados Unidos

ELMONT, New York (Especial para Turf Diario).- El Belmont Stakes (G1) en su versión número 155 llega con varias historias, y una de ellas la protagoniza Jena Antonucci, que buscará convertirse en la primera mujer en ganar el último eslabón de la Triple Corona de los Estados Unidos como entrenadora.

Con base en Florida, presentará a Arcangelo, un hijo de Arrogate criado por el Don Alberto Corporation que viene de ganar el Peter Pan Stakes (G2), la preparatoria del Test de los Campeones aquí, y contará con la conducción del venezolano Javier Castellano.

Antonucci será la undécima mujer en la historia en ensillar un participante en el Belmont Stakes. El primer antecedente fue de Sarah Lundy, que en 1984 llevó a Minstrel Star (Averof) a finalizar en la undécima posición. En el otro extremo, la experiencia más cercana la tuvo Kathy Ritvo, que con Mucho Macho Man (Macho Uno) fue séptima en 2011.

“Creo que ganar es la parte secundaria de todo esto”, cuenta Jean. “Si eso sucede, es un logro increíble. Pero teniendo en cuenta que no voy a estar ahí corriendo y no voy a ser tampoco la que monte, solo soy el benefactor de, con suerte, todas las estrellas alineadas”.

“Probablemente se esté produciendo un cambio. Será un cambio lento. Siempre lo es. Pero creo que es generalizado. Esta industria tiende a estar un poco por detrás de las principales corporaciones y los medios de comunicación y todo eso. Entonces, está cambiando, pero va a tomar tiempo y perseverancia por parte de las mujeres”, explica Antonucci con respecto a la presencia de mujeres en estos niveles de competencia como entrenadores.

Jena trabajó con caballos desde muchos aspectos, como ayudante de veterinaria, o siendo parte de la operación de D. Wayne Lukas, donde realizó una experiencia inolvidable e influyente para ella.

Al respecto de Arcangelo, explica Antonucci: “Queríamos darle al caballo el tiempo para recuperarse, realizar sus trabajos y quedar en buena forma, con una pausa. Necesitaba ese respiro para asegurarse de que el ruido que provocó su triunfo en el Peter Pan no influiría en el compromiso y la decisión. Por mucho que pareciera vacilar, era más solo darle al caballo el espacio que decirnos que estaba listo”.

La gran pregunta alrededor del tordillo es cómo tomará su primera experiencia en la distancia y con dos codos, sobre lo que Jena explica: “El tiro no es una complicación, nunca lo fue. Y tampoco creo que tenga problemas con las dos curvas, porque son 2400 metros y no saldrá como un cohete. Es un ambiente amigable para una primera prueba en esas condiciones, hay muchas otras cosas que hacen una carrera dura”.

Jena Antonucci puede hacer historia este sábado en Belmont Park, más allá de que con el sólo hecho de correr, para ella, ya es misión cumplida.