La campeona argentina enfrentará este sábado seis rivales, entre ellas, las durísimas Mean Mary y Santa Bárbara

Para Joy Epífora llega un momento cumbre. Será el sábado próximo en Arlington Park, cuando afronte su primer desafío de G1 desde que desembarcó en los Estados Unidos siendo de la partida en el tradicional Beverly D. Stakes (1900 m, césped, US$ 400.000 de bolsa). La campeona es una de las 7 confirmadas para ese compromiso, donde tendrá largada 3 y la conducción del irlandés Declan Cannon.

Campeón 2 Años Hembra de su generación en nuestro país, la alazana del Stud La Nora y a la que prepara Ignacio Correas (h.), redondeando un equipo prácticamente ciento por ciento albiceleste, ha tenido un paso irregular y falto de fortuna allí, y sólo mencionando que aún no ha podido ganar alcanza para graficarlo. Claro que no cruzó adelante no por falta de capacidad, sino por esos imponderables de las carreras que siempre aparecen y que, a veces, se “ensañan” más con algunos caballos que con otros.

La hija de Fortify llega en un buen momento, pues luego de quedar segunda en una dura condicional de Churchill Downs se ganó el derecho a correr el Beverly D. tras escoltar desde apenas medio cuerpo a Naval Laughter (Midshipman) en el Modesty Stakes (G3), sobre esta misma pista y distancia a mediados de julio. Ese día se quedó corta con su atropellada Joy Epífora, en una carrera que no tuvo un ritmo vertiginoso al frente, situación por la que todos a su alrededor aguardan ahora. 

Correas y Cannon buscarán “revancha” en el Beverly D., una prueba que se les escapó por nada cuando en la edición de 2017 Dona Bruja (Storm Embrujado) cayó ante la chilena Dacita (Scat Daddy) que, dicho sea de paso, es la única sudamericana que hasta ahora logró imponerse en la carrera desde que comenzó a correrse allá por 1987.

Para la argentina será la carrera más difícil de todas las que enfrentó en los Estados Unidos, con dos rivales de primerísimo nivel como Mean Mary (Scat Daddy) y la irlandesa Santa Barbara (Camelot), esta última enviada especial de Aidan O’Brien y Coolmore.

La primera viene de vencer consecutivamente en el Gallorette Stakes (G2) de Pimlico y en el New York Stakes (G2) de Belmont Park -ya lo habia ganado en 2020-, sin olvidar sus previas conquistas en el La Prevoyante Stakes (G2) y en el Orchid Stakes (G3) y su segundo en el Diana Stakes.

Para Santa Barbara será su segundo cruce del Atlántico, pues viene de imponerse en el Belmont Oaks Invitational Stakes (G1) y tendrá su primera muestra ante las yeguas mayores. Antes, en Europa, fue cuarta en las QIPCO 1000 Guineas (G1), quinta en el Cazoo Epsom Oaks (G1) y segunda en el Al Wasmiyah Stud Pretty Polly Stakes (G1).

También nacida en Irlanda y al cuidado de Chad Brown, Lemista (Raven’s Pass) cayó al octavo lugar en el Diana Stakes tras llegar segunda en el Beaugay Stakes (G3), y tranquilamente puede mejorar. De su campaña en el viejo continente se destacan sus victorias en el Lodge Park Stud Irish EBF Park Express Stakes (G3) de Naas y en el Kilboy Stakes (G2) de The Curragh.

Bramble Queen (Silent Name) fue tercera detrás de Joy Epífora en el Modesty Stakes y tratará de ser sorpresa, mientras que para la Argentina no es un detalle menor la presencia de Oh So Terrible (Cape Blanco), una hija de la inolvidable campeona Miss Terrible (Numerous), de dilatada y exigente campaña y que ya corrió el Beverly D. en 2018 y 2019.

Joy Epífora enfrenta un desafío complicado al máximo, aunque en un buen momento y con la confianza en alza. Una sorpresa puede no ser tan sorpresa…