El jockey cordobés, que ya se llevó la gran carrera con Expressive Halo, Soy Carambolo e Il Mercato, y una entrevista imperdible

Por Simón Mitagstein

Juan Carlos Noriega es uno de los jockeys que en la era moderna más veces levantó la copa del Gran Premio Carlos Pellegrini. Chupino, como todos lo conocen, besó la gloria en 2011 con Expressive Halo (Halo Sunshine), en 2013 con Soy Carambolo (Val Royal) y en 2018 con Il Mercato (Not for Sale), y este sábado tratará de coronar una de las mejores temporadas de su vida en las riendas de Sandino Ruler (Roman Ruler).

La cercanía de la carrera más importante del continente es apenas una excusa para entablar una extensa y entretenida charla con el cordobés, que en septimbre último cumplió nada menos que 30 años desde su desembarco en Buenos Aires, cuanod su campaña encontró un giro que, con el paso del tiempo, lo convertiría en uno de los grandes ídolos de la fusta.

“Me entusiasma estar pasando por un muy buen momento, teniendo en cuenta el tiempo transcurrido. Hasta hace poco estuve corriendo bastante, después ya no tanto, pero siempre montando buenos caballos y ganando muchas carreras. Tal vez este fue el año en que más G1 gané, seis, y otros 12 clásicos importantes. Estoy muy bien, tranquilo, disfrutando mucho de la actividad, corriéndole a la gente con las que tengo compromiso, con la que me siento muy cómodo. Tengo la suerte de que ni ahora ni nunca me costó mucho el tema del trabajo, me ayuda mucho el peso, porque no tengo que sacrificarme para estar liviano lo que es una ventaja grande para un jockey. Es muy importante tener que estar preocupado por la balanza. En la semana me gusta montar a los caballos con los que tengo compromiso porque es muy útil para ir conociéndolos y y familiarizándose con ellos. Por el momento, entusiasmo es lo que sobra”, cuenta con su habitual locuacidad”, mientras mira de reojo el sábado que se le viene.

“Sin dudas el Pellegrini es, junt con el Nacional, la carrera que uno espera más ansioso. Sandino Ruler (Roman Ruler) anda extraordinario y conmigo ganó todas las que corrió aquí. En el reciente Latinoamericano corrió más o menos, pero no entró muy lejos de Village King (Campanologist) y de Miriñaque (Hurricane Cat), que en la previa son los argentinos más candidatos ahora”, se ilusiona.

Se lo consulta sobre si observa muchos cambios desde que comenzó a correr hasta llegar a la actualidad, y responde: “También en nuestra profesión las cosas van variando, como en otros deportes o actividades. Un cambio notable fue la llegada de los managers. Antes éramos nosotros mismos a la mañana los que hacíamos el trabajo de buscar montas. En mi caso, todavía me resisto a trabajar con manager, pero hoy en día diría que el 90 por ciento de los chicos lo tienen, y ese tema sí que ha ido cambiando todo ese manejo”.

Chupino destaca que “En las pistas hay respeto, quizás más que afuera, y eso es lo más importante porque está en riesgo la vida y los chicos se portan bien. En la actualidad hay muchos chicos y también buenos jockeys, ya con más más experiencia. Por lo general cuando a los chicos se les da la oportunidad te demuestran que saben lo que hay que hacer arriba de un caballo de carrera. Sin dudas Francisco Leandro está en un momento brillante y Eduardo Ortega Pavón es otro gran piloto de nuestros timepos. En mi carrera tuve la suerte de correr con grandes jockeys que ya está retirados, y soy de los más veteranos que siguen en competencia. Falero, “Valdi”, Herrera, Ricardo, Sena, Paulé, Gramática, que es un gran amigo,… Y seguro me olvido de algunos tipos bárbaros que le hicieron mucho bien a este trabajo”.

Mucho se habló de su relación actual con Roberto Pellegatta, el hombre con el que ganó la mayoría de sus carreras más importantes. No le escapa al tema y cuenta su versión de cómo están hoy por hoy: “Después de 29 años de estar con Roberto, todavía le corro. Hubo una pequeña pausa por un mal entendido, pero la relación y el afecto de las dos partes siguen intactos. Pelle es parte de mi familia, es el hombre que me vio crecer y me encaminó en esta profesión; el que me dio su apoyo y que durante esos muchos años que trabajamos juntos fue incondicional. Hoy tiene a Johnny Pereyra que es un chico con un futuro terrible y al que apoya mucho. El correrá el 70 por ciento de los caballos y yo tengo un par de compromisos con gente a las que le corro desde hace mucho tiempo, pero por lo general estoy a la mañana montando con Roberto y Juan Saldivia junto a un par de chicos que también trabajan. A Roberto le tengo un profundo respeto y también toda mi familia, él es padrino de mi hija, y no hay nada que pueda romper esa relación”.

Hoy por hoy, Juan Carlos Noriega es la monta oficial del Haras Abolengo, una de las chaquetillas con más historia del turf nacional. Y para él resulta una enorme felicidad: ” Tener la oportunidad de trabajar con ellos es un honor y un orgullo enorme. Eso quiere decir que la gente vio que uno siempre se ha manejado bien y ha andado por derecha que es lo más importante. Abolengo tiene de entrenador a Nicolás Martín Ferro, que es un chico joven y que, por ahí, podría haber buscado caras nuevas para que le corra los caballos por un tema generacional, pero lo conozco de muy chiquito y nos llevamos muy bien. Con Julio Menditeguy tenemos una larga relación. Le he corrido sus caballos cuando les entrenaba Roberto y tuvimos la la suerte de ganar con muchos criados por él como por ejemplo Expressive Halo (Halo Sunshine) en el Pellegrini, un gran caballo. Ellos tenían un problema con las montas porque Ortega Pavón tenía muchos compromisos al igual que Goncalvesm y se fijaron en que yo no estaba tan montado, en mi actualidad y me llamaron. Hoy tengo la suerte de formar parte de su equipo de trabajo y por suerte tuvimos un buen año”.

Juan Carlos Noriega, Chupino, va cerrando una de sus temporadas más productivas, en la que, para muchos, está corriendo como nunca; al cabo de la cual se lo vio confiado y seguro, manteniendo la fórmula del trabajo que hace 30 años lo sostiene entre los principales referentes de la fusta en la Argentina. El sábado saldrá a la cancha de San Isidro montando a Sandino Ruler para tratar de ganar su cuarto Pellegrini, y ponerle, claro, un broche de oro a un 2021 que de ninguna manera olvidará…