La hija de Verrazano repitió la hazaña de Kitcat, su madre, y se quedó con el trascendente G1 del Club Hípico de Santiago

SANTIAGO DE CHILE, Chile (Especial para Turf Diario).- Muchas veces se escucha que el turf siempre da revancha, aunque, en los hechos, esa no es una verdad incontrastable. Sí es cierto que da la posibilidad del desquite, y cuenta de ello puede dar la buena de Kirikina, que este viernes en el césped del Club Hípico de Santiago dejó atrás a varias rivales que la habían doblegado reiteradamente para dar un grito gigante y alzarse con el preciado trofeo del Clásico Polla de Potrancas (G1-1700 m), transformándose en referencia máxima entre las 3 años que actúan en la cancha principal de Blanco Encalada.

Hija de Verrazano, por lo tanto, bisnieta del formidable Southern Halo (Halo), la zaina del Stud Vendaval (Haras Paso Nevado) fue imparable cuando atropelló abierta en el derecho para transformar su triunfo en una “cuestión familia”, ya que repitió la hazaña que Kitcat (Scat Daddy), su madre, consiguió en la versión de 2015.

Olvidada un tanto en las apuestas después de bajar hasta el cuarto pueso en el Clásico Arturo Lyon Peña (G1), la pupila de Juan Silva G. terminó ganándole por 1 1/4 cuerpo a Y Nada Más (Constitution), una de las que había terminado delante de Kirikina en más de una oportunidad, pero que esta vez debió conformarse con ser escolta, cargando desde lejos. A 1 largo más, Nenufar Azul (Lookin At Lucky), como la anterior del Haras Don Alberto, completó una trifecta de la que no fue parte Vita da Mamma (Seeking the Dia), heroína en el mencionado Lyon Peña y que aquí terminó cuarta cerquita tras moverse al son de la banda siempre.

Kirikina es otro desprendimiento la formidable reproductora Kossanova, que además de producir a la mencionada Kitcat también dio a Kossimo (Gracioso), Kurilov (Lookin At Lucky) y Knockout (Scat Daddy), todos también titulares en la máxima escala y este último padrillo en Argentina. Kalispera (Powerscourt) y Katmai (Scat Daddy) son los otros dos vencedores a nivel clásico que produjo la Yegua Madre del Año de Paso Nevado.

El Clásico Penumbra (1300 m, césped), también para potrancas, fue el otro cruce central del día, donde Don Alberto sí pudo festejar, todo gentileza de Saveira (Constitution), que por 1 1/4 cuerpo posteró a Ráfaga Nistel (Van Nistelrooy), mientras Smyrna (Bad Daddy) pasaba desapercibida cruzando el disco en décimo tercer lugar. Oscar Ulloa se lució en las riendas de la pupila del inoxidable Patricio Baeza.