El tordillo, favorito de todos en la previa, manejó a la perfección los 1800 metros de la millonaria prueba y se llevó un triunfo convincente de punta a punta; ahora podría correr la Saudi Cup, en Arabia

Por Néstor Obregón Rossi

Con la misma luminosidad con la que brilló en la Breeder’s Cup Dirt Mile (G1) hace un par de meses en Keeneland, Knicks Go (Paynter) hizo de Gulfstream Park una especie de reducto ideal para conectar de un solo aliento partida y llegada en la quinta edición de la Pegasus World Cup (G1-1800 m), una de las principales carreras del calendario hípico mundial, celebrado este sábado y que repartía US$ 3 millones en premios.

Aprovechando las velocidades que entrega la arena del coloso de Miami, el tordillo salió mucho más ligero que de costumbre, guiado con acierto por Joel Rosario y marcando parciales de jet: con 22s90/100 el primer cuarto de milla. Pero una vez logrado el objetivo de adueñarse del comando, el jinete le fue bajando las velocidades a su conducido y siguió el trayecto en 23s75/100 y 24s91/100, dejando que uno de los outsiders, Last Judgment (Congrats) se encargara de seguirlo a ese ritmo y esperando que alguno de los rivales como Code Of Honor (Noble Mission) o Tax (Arch) pudiera aparecer del fondo.

Pero nadie fue rival para Knicks Go la tarde de la Pegasus. El caballo que entrena Brad Cox para el Korea Racing Authority fue absoluto dominador de la carrera entrando a la recta final. Rosario lo llamó al orden y el caballo no dejó de correr nunca. Completó la milla en 1m34s82/100 y remató los 200 finales en 13s7/100, un poco agotado por el esfuerzo inicial, pero también ya casi a voluntad porque su jinete no vio necesario exigirlo más.

De ahí que el avance de Jesus’ Team (Tapiture) se viera más espectacular. El conducido por Irad Ortiz Jr descontó en la recta final y por momentos parecía que podía comprometer al puntero, sin embargo el rush quedó a medias y al final se rindió ante la superioridad del vencedor, que lo aventajó por 2 3/4 cuerpos y cerrando la marcha en 1m47s89/100. Independence Hall (Constitution), que estuvo prendido desde la partida, mantuvo el paso para quedar en la tercera posición. Ni Code Of Honor ni Tax pudieron ser rivales en ningún momento y quedaron en el quinto y décimo lugar, respectivamente.

Vendido en apenas 87.000 dólares en los remates de yearlings de 2017 en Keeneland, este caballo parece ser otro en manos de Brad Cox. En las cuatro actuaciones bajo la nueva preparación se mantiene invicto, todas ganadas de punta a punta y por márgenes clarísimos. 

Cox diría tras la Pegasus: “Es uno de los mejores caballos del país. Cosas como estas son para las que uno se levanta tan temprano cada día de la semana. Estoy muy orgulloso del caballo, de mi equipo y enormemente agradecido al Korea Racing Authority por la oportunidad que me dieron con él. Siempre lo vi bien en el desarrollo, porque Joel venía teniéndolo. Tuvo un poco de presión, pero estaba fresco después de la Breeders’ Cup, descansado, por eso sabía que podría mantenerse”.

Imbatible en estas pruebas de media distancia, deberá confirmar esa gran calidad ahora en Arabia Saudita, donde lo esperan los 10 millones de dólares de premios al ganador que entrega la Saudi Cup (G1-1800 m) del próximo 20 de febrero.

Allí podría cruzarse con el ahora 4 años Charlatan (Speightstown), con el que Bob Baffert dejó pasar la Pegasus World Cup tras su triunfo en el Malibu Stakes (G1) de Santa Anita Park y reprisando para pensar directamente en la prueba de Riyadh.

Un dato para el final: 4 de los 5 ganadores que ha tenido hasta aquí la Pegasus World Cup venían de ganar antes una carrera de la Breeders’ Cup, lo que habla del peso específico de la maravillosa serie y de la jerarquía que siempre ha tenido hasta aquí la carrera de Gulfstream Park.