Tras la victoria de Vespaciano en las 2000 Guineas, ahora el hijo de Treasure Beach se impuso en la preparatoria del Jockey Club y la divisa de Camilo Bautista tiene dos cartas de primera para el Classic más antiguo del país

El proceso selectivo para los potrillos sobre el césped de San Isidro se va de azul y naranja tono Las Monjitas… La caballeriza del ecuatoriano Camilo Bautista hace tabla rasa en el segundo semestre y ahora sueña con un Gran Premio Jockey Club (G1) inolvidable. Hace unas pocas semanas Vespaciano (Daniel Boone) le daba la victoria en el Gran Premio 2000 Guineas (G1) y sacaba pasaje hacia la instancia intermedia de la Triple Corona, y en el potente sábado que se vivió en el norte Kodiak Boy le dio un salto importante de calidad a su campaña, se quedó con el Clásico Ensayo (G3-1800 m, césped) y se anotó para correr en yunta con su socio a mediados del mes próximo en el Classic más antiguo del país.

Ganador a los 2 años en la milla porteña, había volado bajo en el Gran Premio Estrellas Juvenile (G1) con un noveno lugar, y tampoco había sido precisamente “descollante” su cuarto de Irwin (Seek Again) en el Clásico Miguel Cané (G2). Sin embargo, de regreso a la grama sobre la que había debutado segundo y haciendo caso a su genética 100 por ciento verde, el crédito de Carlos D. Etchechoury se impuso sin luz, pero con autoridad.

Adrián Giannetti, de gran actualidad, le dio una conducción perfecta, dejándolo por dentro sin perder un metro y relajado en la primera parte, aprovechando para encontrar libertad en el momento en que la oportunidad apareció en el derecho y pidiéndole el resto para disparar a tiempo de la carga de Roberts Hit (Hit It a Bomb), finalmente su escolta desde medio cuerpo y con laguna incorrección inoportuna cuando cargaba.

A 1 1/2 cuerpo terminó tercero el favorito Shy Friend (Equal Stripes), que había sido terminante en el Gran Criterium (G1), cayó luego en las mencionadas Guineas y aquí careció de cambio de ritmo. ¿La distancia será un tema? Imposible por ahora saberlo, con 3 años y en pleno proceso de crecimiento, pero las dudas quedaron.

Criado por el Haras La Providencia, Kodiak Boy es el undécimo ganador clásico -y octavo de grupo- para el padrillo Treasure Beach (Galileo) y tiene un pedigree materno de lujo, pues su madre es Kokola (Orpen), la propia hermana del múltiple G2 Koller -actualmente reproductor de éxito con su primera camada en Brasil- y materna de la campeona Kononkop (Pure Prize), que fuera exportada a Japón.

Kodiak Boy dio el golpe en el Ensayo, se trepó al lote de los 3 años más destacados y ahora puede ser el compañero ideal para Vespaciano en el Gran Premio Jockey Club, si no hay algún otro plan de por medio. Si ocurre, Las Monjitas estará de parabienes y su gente podrá esperar la gran cita con sueños grandes.