El tordillo volvió a batir a Saxon Warrior, ahora en el Irish Champion Stakes (G1) de Leopardstown

FOXROCK, Dublin (Especial para Turf Diario).- Lo que está corriendo Roaring Lion es conmovedor, imponente, mágico. Convertido en el segundo semestre en el indiscutido mejor tres años del viejo continente, el hijo de Kitten’s Joy nacido en los Estados Unidos sumó este sábado en Leopardstown otro capítulo para su magnífica historia, quebrando cerca del disco al durísimo Saxon Warrior (Deep Impact) para quedarse con la versión 2018 del QIPCO Irish Champion Stakes (G1), corrido sobre 2000 metros.

Fueron 5 los caballos que Coolmore puso en la pista para apoyar su máxima carta y tratar de imperdirle a Roaring Lion lucirse como lo viene haciendo (sin malas artes, en una proposición plena de caballerosidad), pero no hubo nada que hacer.  Cuando Oisin Murphy empujó a fondo al pupilo de John Gosden en el derecho y tomó velocidad, Saxon Warrior no consiguió mantener el liderazgo que asumió cuando quedaban unos 500 metros para el disco. Hubo pescuezo de diferencia entre ambos, para la tercera vez consecutiva que el crédito del Qatar Racing queda delante del mismo rival que lo batió en las 2000 Guineas (G1) de Newmarket.

La aceleración de Roaring Lion no deja de llamar la atención, y el Irish Champion se suma a sus conquistas previas en el Coral Eclipse Stakes (G1) de Sandown Park y del Juddmonte International Stakes (G1) de York. Si bien su nueva victoria lo clasificó directamente para el Breeders’ Cup Turf (G1), da la sensación de que no cruzará el Atlántico, pues sus allegados dieron a entender que ahora será preparado para el QIPCO Champion Stakes (G1) de Ascot, por correrse el 20 de octubre próximo. Para Saxon Warrior, el futuro parece estar en la milla. “El Queen Elizabeth Stakes (G1) en Ascot es la última carrera de nuestro plan con él para 2018”, afirmó Aidan O’Brien, su preparador.

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