Tras perderse el Distaff del año último, la yegua argentina se calzará, por fin, el mandil violeta

LOUISVILLE, Kentucky (De un enviado especial).- Bob Baffert conoce a Vale Dori como nadie en el mundo. La argentina que ganó G1 en Palermo y que luego dejó una imagen positiva tras su paso por los Emiratos Arabes Unidos cambió 180 grados cuando llegó a manos del entrenador que forjó los últimos dos titulares de la Triple Corona en los Estados Unidos.

De aquella zaina “lenta”, a la que le costaba generalmente seguir la carrera, la hija de Asiatic Boy mutó a una yegua veloz, siempre presta, que si no viene entre las de adelante, sufre. Así como puede criticársele el trabajo que realizó con Roman Rosso, otro crédito albiceleste de los importantes, habrá que sacarse el sombrero por la forma que le dio a Vale Dori, que desde el martes galopa en Churchill Downs de cara al sueño que no pudo cumplir la temporada anterior: correr el Breeders’ Cup Distaff (G1).

“Es muy temperamental. Podemos llevar a los partidores por la mañana y es perfecta, pero en las carreras baila hacia adelante y hacia atrás, suele quedarse atrás y, cuando se queda detrás de sus rivales, simplemente no corre. La partida es la llave de todo con ella”, cuenta Baffert, que tendrá varias “balas” en la seire que arrancará este viernes, la trigésima quinta de la historia. Luego, agrega: “Es un grupo muy duro, es cierto, pero ella tiene mucha clase y le gusta ganar. Lo mostró: ganó un montón de carreras”, agrega luego.

Vale Dori se llevó el Zenyatta Stakes (G1) en Santa Anita Park hace un mes, y allí visó su pasaporte hacia la serie. Incluso, aquella tarde dejó atrás a Abel Tasman (Quality Road), una de las máximas candidatas ahora y también bajo la preparación de Baffert.

Con Dana Barnes en sus riendas, Vale Dori galopó martes y miércoles. El primero de esos dás, incluso, estuvo por los partidores. Pero el miércoles, cuando la mayoría de las cartas de Baffert hizo schooling en la zona de ensillar, Vale Dori no fue. Aquello del genio, seguramente, habrá influído para no “molestarla”. Joe Talamo, con el que se entendió a la perfección, volverá a estar en las riendas de una de las grandes esperanzas argentinas y sudamericanas en la Breeders’ Cup.

Por esta ciudad está Julio Menditeguy, criador y uno de los dueños originales de Vale Dori, que ve como otro ejemplar surgido de su Haras Abolengo es parte del festival hípico más grande del mundo, como antes sucedió con Criollito (Candy Stripes) y Different (Candy Stripes).

Vale Dori no pudo correr el Distaff el año último, cuando tuvo una campaña sensacional. Pero ahora no desperdició su oportunidad y este sábado lucirá el por todos deseado mandil violeta. La Argentina y Sudamérica harán toda la fuerza del mundo por ella, porque con su talento, se hizo querer.