La hija de Scat Daddy alcanzó una importantísima victoria en Santa Anita Park, la primera clásica en los Estados Unidos

Chile es fuente importante de grandes caballos a nivel mundial desde hace ya muchos años. En lo referente a las yeguas, desde aquellas conquistas de Tizna (Trevieres) allá por mediados de los años ‘70, pasando por otros nombres de referencia como los de Infinidad (Mr Long), Miss Brio (Semenenko) o India Divina (Roy), o, ya más cerca en el tiempo, el de Wow Cat (Lookin At Lucky), la presencia en el máximo nivel de la hípica de los Estados Unidos ha sido casi permanente.

Pues bien, ahora la saga tiene una esperanza grande de continuar con esa casi natural amistad con los grandes triunfos de la mano de la prometedora Sanenus, que este sábado en Santa Anita Park ofreció un espectáculo de alto vuelo para quedarse con el La Canada Stakes (G3-1700 m, arena, US$ 201.000 de bolsa) -en realidad La Cañada, pero como el alfabeto inglés no tiene ñ…-, en apenas su cuarta salida aquí y ante bravas oponentes.

Reservada del Haras Matriarca y a cargo de Michael W. McCarthy, confirmó las excelentes sensaciones que había dejado hace algunas semanas en Churchill Downs, cuando fue segunda en el Chilukki Stakes (G3). Ganadora a los 2 años del Tanteo de Potrancas (G1) en la arena del Hipódromo Chile, la hija de Scat Daddy y Belgian Chocolate (Tale of the Cat) no tuvo piedad con sus rivales, y les dio una verdadera paliza.

Con Umberto Rispoli en sus riendas, Sanenus se encontró con un panorama ideal cuando Fighting Mad (New Year’s Day) y Hard Not to Love (Hard Spun), las dos favoritas, salieron a luchar por la delantera mano a mano y bajo un parcial inicial de 23s30/100. El italiano se relamía ante semejante panorama y en la parte inicial de la curva decidió que era el momento de acelerar y proyectó abierta a Sanenus, que dominó pronto y se desprendió con mucha solvencia en la recta hasta arribar al disco con 6 cuerpos de ventaja sobre Miss Stormy D (Tapizar) tras 1m45s44/100.

“La monté muchas veces y se que es una muy buena potranca. Le empecé a pedir un mayor esfuerzo en los 800 y respondió. En la recta empezó a mirar hacia todos lados y sólo me preocupé por que se mantuviera enfocada. Llegó bien y creo que le quedaba resto”, contó Rispoli, satisfecho por el triunfo el primero de una sudamericana en el La Canada Stakes desde que la argentina Vale Dori (Asiatic Boy) venciera en 2017.