El hijo del crack, ganador del Westchester Stakes (G3) en los Estados Unidos, servirá desde 2022 en el Haras La Catedral

Por Diego H. Mitagstein

Si hay algo que le sobra al hípico argentino es pasión. Al público para acompañar, a los propietarios para hacerle frente a los vaivenes de los premios y a los criadores para seguir empujando desde sus campos y así mantener a la actividad entre las más potentes del mundo. La economía no ayuda y el dólar tiene un precio demasiado elevado, pero las inversiones en materia de padrillos continúan. Se anunciaron desde estas páginas en las últimas semanas las llegadas de Mad You Look (More Than Ready) al Haras Gran Muñeca, de Sovereign (Galileo) al Haras El Mallín, de Gershwin (Distorted Humor) al Haras Vikeda y de Uncle Chuck (Uncle Mo) al Haras Vacación. Pues bien, ahora llega el tiempo de dar a conocer el arribo al país del estadounidense Nicodemus, que servirá en el Haras La Catedral en sociedad con El Trébol, Zoraida y Don Remigio. Por el crack Candy Ride, compartirá padrillera con Chuck Berry (Grand Reward) y Curioso Johan (Johannesburg), ya ambos productores de muchos ganadores.

Hablar de Candy Ride en su faceta en la reproducción exhime de mayores comentarios. Ya con 100 hijos titulares clásicos, es un consagrado padre de padrillos, con Twirling Candy y el novel Gun Runner a la cabeza. En Nicodemus se da, además, el cruce con la línea de Storm Cat y que se repite en la amplia mayoría de las mejores crías del campeón argentino, como en aquellos.

Nacido en 2015, y reservado del WinStar Farm, el zaino realizó una muy interesante campaña en los Estados Unidos, donde ganó 3 carreras a los 3 y 4 años, totalizando premios por 295.350 dólares. En su segunda salida salió de perdedor en Ellis Park sobre una milla y en el césped, para de inmediato cumplir una excelente labor en el Curlin Stakes (L) de Saratoga, escoltando al talentoso Hofburg (Tapit).

Su segunda conquista llegó en Aqueduct, llevándose un allowance corrido sobre 1400 metros y en la arena, tras el que terminó cuarto en el Excelsior Stakes (G3), en esa misma pista. Su momento de mayor esplendor sería a continuación, venciendo en el Westchester Stakes (G3-1600 m, arena) de Belmont Park, para, a posterior, terminar cuarto en el True North Stakes (G2) y en el John A. Nerud Stakes (G2), siempre en la gran manzana. A su campaña se sumaría como último gran capítulo su derrota por apenas el hocico ante el G1 Mind Control (Stay Thirsty) en el Toboggan Stakes (G3).

A su línea paterna, su físico distinguido y su evidente poder corredor, Nicodemus agrega una familia materna muy destacada. Leah’s Secret (Tiger Ridge), su padre, ganó 7 clásicos en el norte, destacándose el Raven Run Stakes (G2), el Chilukki Stakes (G2) y el Top Flight Handicap (G2), además de ser hermana materna del G3 Bear Tough Guy (Roar of the Tiger).

Mary’s Spirit (Mr. Prospector), tercera madre de Nicodemus, es hermana materna de la formidable campeona Lady’s Secret (Secretariat), en la misma familia de la campeona japonesa Believe (Sunday Silence), de la campeona velocistas en los Estados Unidos Shamrock Rose (First Dude) y del G1 en Argentina Glorious Moment (Treasure Beach).

Indudablemente, el de Nicodemus es otro aporte fuerte para el elevage nacional, mucho más valioso en un momento donde hay que ponerle el pecho a las balas y en el que los caballos buenos no están precisamente accesibles alrededor del mundo.