[embedyt] https://www.youtube.com/watch?v=yqSID_IeqVc[/embedyt]

Hijo de Campanologist en madre Tiznow en menos de 6 meses pasó de perdedor a ganador de G1

La genética tiene caprichos, pero también muchas veces responde a la lógica estricta. El de Tiger Feet era un nombre prácticamente desconocido para la mayor parte del público hasta marzo último, cuando salió de perdedor en su sexta presentación.

Pero, en un lapso de menos de 6 meses, el caballo criado por Santa María de Araras y defensor del Stud Tramo 20 logró crecer tanto como para convertirse en ganador de G1 este sábado en Palermo, imponiéndose en el Gran Premio General San Martín (2400 m, césped), pase final del Campeonato Palermo de Oro Verde que finalmente terminó llevándose a casa, totalizando 90 puntos y sumando un extra de 372.000 pesos.

No es casualidad la madurez de Tiger Feet entre el final de sus 3 años y el comienzo de los 4. Para nada. Responde ciento por ciento a su genética, pues es hijo de un fondista de clase como Campanologist (Kingmambo) en una madre Tiznow (Cee’s Tizzy), uno de los caballos americanos con mayor capacidad de galopar que se recuerden en los tiempos recientes, doble ganador del Breeders’ Cup Classic (G1). Ambos, padre y abuelo, generalmente, le escapan a la precocidad para asentarse con el correr de los meses y en distancias más extensas, preferiblemente, en la grama.

El Tiger Feet que venía de escoltar a Balompié en el Comparación (G2) se tomó revancha de todos resolviendo con mucha más facilidad de la que podía adivinarse el San Martín, dejando mover con libertad a Llegó Tadian (Cima de Triomphe) en el inicio y vigilándolo desde la mitad del grupo, para ir mejorando poco a poco para atacar de firme en la recta,

Con remate potente, el pupilo de Gustavo Romero se puso segundo en los 250 metros y una cuadra más adelante ya daba cuenta del valiente líder para separarse hasta sacarle 3 cuerpos; a medio largo y hocico Transónico (E Dubai) y Balompié (Equal Stripes) completaron la cuatrifecta.

Como siempre, Francisco Leandro fue perfecto en la guía del caballo del Stud Tramo 20, divisa que coronó con un triunfo inolvidable una semana que había arrancado con la pésima noticia de la lesión de tendón de Víctor Security (Stormy Atlantic), su gran campeón.

¿Y Sixties Song? Nada, otra vez nada. Desconcertante el momento del caballo que cautivó corazones ganando el Pellegrini (G1) y el Latinoamericano (G1), que no sólo no parece el mismo, sino que va quemando crédito a pasos agigantados, poniéndole a su futuro un signo de pregunta gigantesco.

La genética tiene sus caprichos, pero en la mayoría de los casos se arrima al camino de la lógica para darle la razón. El pedigree de Tiger Feet pedía paciencia, tiempo y distancia, manejado con ese objetivo el zaino que su gente compró de destete los premió con un disco de Oro Verde, en este caso en particular…

Diego H. Mitagstein