El hipódromo de la isla caribeña abre finalmente sus puertas; un proyecto ambicioso y prometedor

Llegó el día. El Royal Saint Lucia Turf Club  (RSLTC) comenzará a ver cristalizado todo el esfuerzo puesto durante los últimos meses en el desarrollo del hipódromo más nuevo del planeta, un proyecto ambicioso y que es sólo la primera parte de lo que ha sido dado en llamar la Perla del Caribe, un desarrollo integral internacional llevado adelante por el DHS Caribbean Star Ltd., parte del imperio de empresas creado por Teo Ah Khing, fundador del China Horse Club.

Tanto las autoridades del RSLTC cuando las gubernamentales, han dejado en claro que, por el momento, la idea no es competir con los grandes eventos hípicos que se desarrollan alrededor del planeta, sino de crear una fiesta deportiva para los habitantes de la ista de Santa Lucía y una atracción turística muy valiosa que ayude al desarrollo económico local.

“Es una historia positiva, de comienzos, de nuevas oportunidades, buscando que la hípica llegue a una nueva audiencia. Es una chance para que aparezcan nuevos héroes para los chicos y chicas de Santa Lucia, de que un nuevo país se enamore de un deporte maravilloso y tenga sus propios ídolos”, graficó Eden Harrington, Director Ejecutivo del Royal Saint Lucia Turf Club a la revista The Blood-Horse.

La Isla de Santa Lucía es un pequeño estado ubicado en el Mar Caribe, al norte de San Vicente de las Granadinas y al sur de la isla de Martinica. Tiene una superficie de 616 kilómetros cuadrados y tiene al inglés como su idioma. Independiente de la Mancomunidad Británica de Naciones asociadas con el Reino Unido desde 1979, dependió durante mucho tiempo del cultivo de plátanos, aunque ciertos cambios a nivel de importaciones en Europa han obligado a un cambio de paradigma y a pensar en una diversificación, comenzando allí hace algunos años un amplio desarrollo del turismo, hoy su movimiento económico más trascendente.

Allen Chastanet, Primer Ministro de Santa Lucía, enfatizó acerca del poderío económico que puede producirse detrás de las carreras de caballos y de la apertura del Royal Turf Club: “El deporte es un catalizador. Es la atracción estrella, siendo el imán para atraer nuevas inversiones para nosotros. De repente, tenemos la sensación de que las oportunidades inmobiliarias se desarrollarán. Estamos celebrando que lo que la gente pensó que no iba a suceder nunca, finalmente se dio. Los caballos están aquí y la pista está aquí”.

Harrington se preocupa por destacar que será también el aporte del Royal Saint Lucia Turf Club en desarrollar oportunidades laborales para los habitantes de la lista, abrirle la mente a un mundo nuevo, en el que soñar con poder progresar: “Pocas actividades en el mundo tienen el poder de generar tantos puestos de trabajo como la hípica. Sobran las historias donde un peón llega a la gloria y al que los caballos le cambiaron la vida. Allí también está parte de la apuesta”, había dicho a Turf Diario en su visita de hace un mes a la Argentina.

Con esa visión, el Turf Club, en apoyo al desarrollo de la hípica, inició un curso de instrucción y que fue denominado Winston Trim Training Programme, que ya ha producido una camada de empleados de caballerizas.

Los organizadores esperan una presencia de 6000 personas para el lanzamiento de hoy en el Royal Saint Lucia Turf Club, donde la frutilla del postre la aportará la Pitons Cup (1800 m, arena), con 150.000 dólares en premios y un sistema de inscripción similar a la Pegasus World Cup (ver informe en página 15). Hay muchos planes por delante, como agregar una tribuna y otros amenities a las facilidades con que actualmente se cuenta.

La hípica tendrá desde hoy un nuevo lugar donde desarrollarse; donde desplegar su catarata interminable de sueños e ilusiones; donde los caballos se transformen en una pasión. El Royal Saint Lucia Turf Club está a horas de su campana de largada. Bienvenido, entonces, al “planeta turf”…

Diego H. Mitagstein