La hija del generoso Anjiz Lake superó por 5 cuerpos a Speed of Life en el Clásico Arturo A. Bullrich (G3)

LA PLATA.- En la velocidad está el fuerte de Princesa Lake. Y  la vistosa alazana se encarga de demostrarlo en cada salida, seguramente, haciendo lamentar a su gente por haber perdido varios meses intentando que su rendimiento fuera parecido en la media distancia.

La hija del generoso Anjiz Lake se reencontró ayer con los triunfos de grado, quedándose en el Bosque con el Clásico Arturo A. Bullrich (G3-1200 m, arena), defendiendo de la mejor forma su amplio y justificado favoritismo.

Salió ligerísimo de los partidores la pupila de Silvio Loyola, estableciendo rápido ventajas amplias. Fabricio Barroso, atento, apuró la marcha con Speed of Life (Stay Thirsty) para intentar ponerle presión, en una misión que pareció ser exitosa hasta la recta final. En ese tramo Princesa Lake retomó diferencias y cerró “con taquitos y rabonas”, separándose 5 cuerpos de la yegua de Don Alberto, que apenas por el hocico pudo contener el embate de Mala Strana (Master of Hounds), finalmente tercera. 

Poco trabajo tuvo en las riendas de la nieta de Kamyacho José da Silva, también un poco beneficiada por las bajas de Mandolina Czech (Manipulator) y de la invicta Donna Bella (Lizard Island), que en la previa estaban entre sus rivales más peligrosas.

Quizás en la velocidad con codo sea donde Princesa Lake se sienta más cómoda, pero ya ha dado muestras de que en la recta es igual de eficiente; vasta con recordar cuando de potranca batió a los machos en el kilómetro del Velocidad (G3), sobre el césped de San Isidro. Allí hay otro punto alto para la figura del domingo sureño: no importa la pista ni el estado, siempre se siente cómoda.

Con apenas 3 años, al cabo de 1m11s40/100 Princesa Lake llegó a la cuarta victoria de su campaña, sobre un total de sólo 15 presentaciones, aproximándose al millón y medio de pesos en premios.

Panorama interesante el que tiene por delante, incluso con la ilusión de seguir mejorando y llegar a los máximos desafíos de la categoría. Ante el que raye.