En el inicio de la Triple Corona, el hijo de Not for Sale se juega todo el concepto

La Triple Corona entra en escena. Ese sueño de encontrar al crack del año, de que aparezca el caballo diferente, superior, cubre el cielo de Palermo con el Gran Premio Polla de Potrillos (G1), la milla donde todos quieren estar, sólo algunos pueden hacerlo y apenas uno se da el gusto de disfrutar; de tocar el cielo con las manos con uno de los máximos placeres que la vida hípica puede dar.

Sostener el trofeo de la Polla lo es todo. Es sentirse en otra galaxia, tener el pecho inflado de orgullo; alcanzar esa victoria que tantas noches invadió la cabeza, que siempre pareció imposible pero que, a la vez, todos tienen latente; en “stand by”. Todo eso y mucho más.

Suele ser una carrera diabólica la Polla de Potrillos, que se corre a fondo desde la largada hasta el disco; donde el que termine adelante tiene que mezclar con precisión la velocidad y la resistencia; y, por supuesto, poner todo el corazón. No es para cualquiera. La arena porteña, tantas veces benévola y permisiva, aquí exprime hasta la última gota de clase. No perdona.

No hay figuras contundentes en la versión 2018, siendo consecuente en su previa con un proceso selectivo que no repitió nombres y que, hasta ahora, vivió de líderes fugaces, sea por la razón que sea. Habrá 15 participantes, pero sólo uno sabe de qué se trata ganar un G1: Tremendo Tordo (Hurricane Cat), que en el césped pesado de San Isidro conquistó el Gran Criterium (G1).

No es fácil elegir un candidato; tampoco los hay firmes. Es necesario mezclar lo que se vio con lo que no se vio, con lo que dan por la mañana. Y el concepto de sus entrenadores, obviamente. Por eso, da toda la sensación de que habrá que ganarle a American Tattoo, el Not for Sale de Juan Antonio que prepara Roberto Pellegatta, presenta Florentino Cascia y es hermanito entero del record horse Mystery Train.

Livianito, promediando 435 kilos, el zaino perdió con Power Up (Key Deputy) cuando debutó en el Clásico Julio F. Penna, pero luego ofreció una espectacular demostración para salir de perdedor en la milla local de punta a punta, haciendo galope largo y por 10 cuerpos sobre Pálpito Fuerte (Not for Sale), redondeando la historia en una marca que estuvo a nada de hacerse record: 1m32s47/100.

Está claro que no le será fácil dar el salto a las ligas mayores, que está detrás de varios si de comparar roce se trata, pero su partida final de 1m clavados hace pensar que su momento ha llegado. Ahora deberá demostrarlo.

Enemigos, le sobran, más allá de que Es Torrent (Sidney’s Candy), uno de ellos, no será de la partida por haber dado positivo en su última victoria, en otro caso complicado de esos que en las últimas semanas han puesto en alerta a la hípica argentina.

Después de mantenerse invicto en sus dos primeras salidas sureñas, Raven Master (The Leopard) asumió todos los riesgos en el Clásico Miguel Cané (G2) para volver a casa con un buen segundo lugar a 6 cuerpos del recientemente operado Che Evasor (Greenspring), sumando experiencia vital de cara a esta nueva prueba gradual porteña.

El resultado de la Polla de Potrillos (G3) de La Plata cobra fuerza tras la confirmación de This Way (Interaction), su ganador, en el José Pedro Ramírez (G3). Por eso, As del Paraíso (Angiolo) y Power Up (Key Deputy), segundo y tercero cuando arrancó la Triple Corona allí, tienen pinta de protagonistas centrales animando ahora la versión de Libertador y Dorrego.

El mencionado Tremendo Tordo fue sólo quinto en las Dos Mil Guineas y siempre se lo vio más suelto en el césped que en la arena, pero le sobra calidad y roce como para hacer pesar su porte de ganador de G1.

Por la línea del Miguel Cané (G2) llega Oráculo Joy (Fortify), cuarto de Accionador (E Dubai) en su primer choque gradual, mientras que Dar La Paz (Roman Ruler) heredará la victoria si se confirma el doping de Es Torrent, con el que perdió por apenas el pescuezo; tendrá la ayuda de su compañero Imagen de Roma (Romanov). Y también estará en la cancha Endormoon (Endorsement),q ue reprisó bárbaro y apuesta grande.