La hija de Portal del Alto pudo por fin ganar en el pasto de San Isidro y ratificó su gran momento superando a Siempre En Mi Mente en la milla del Clásico Sibila (G2)

Escabiar no había hecho pie sobre el césped de San Isidro en sus dos actuaciones previas allí, pero este sábado la tercera fue la vencida y la reservada de Rodeo Chico ratificó su gran momento con una victoria inapelable en el Clásico Sibila (G2-1600 m, césped pesado), que completó el doblete gradual de una tarde de turf de alto vuelo en el norte.

Sin dudas que en la media distancia está el fuerte para la hija del recientemente desaparecido Portal del Alto, que después de no dar pie con bola en los 2000 metros del Gran Premio Criadores (G1), volvió a las distancias intermedias para empezar a forjar este presente y ratificar el concepto grande que siempre mereció puertas adentro de su caballeriza.

Pasos sólidos viene dando la zaina, que guarda lo mejor para la recta final, dejando que otras hagan el gasto y aprovechando su potente rush. Venía de ganar el Clásico Ricardo P. Sauze (G3) en Palermo, y ahora terminó de ubicarse al tope de la división con otra conquista contundente.

Esta vez fue Bless Candy (Sidney’s Candy) la que se desgastó en el barrial adelante, mientras Adrián Giannetti escondía a Escabiar en el medio de la escena. Sin cambios hasta la recta, allí el jinete buscó la mitad de la pista mientras la favorita Siempre En Mi Mente (Equal Stripes) iba dando cuenta de la puntera. Faltaba la mitad del derecho y allí llegó lo mejor por parte de la ganadora, que arrancó con mucha fuerza y dejó parada a la zaina de Pozo de Luna, pasándola de largo hasta estirarle 3 1/2 cuerpos en el disco, con 1 1/2 más hasta la valiente Bless Candy, que completó la trifecta tras 1m43s79/100, tiempo más de 3 segundos más lento con respecto a lo que en el turno anterior había demorado Hiper Happy (Cityscape) en llevarse el Clásico Ecuador (G2).

Bajo la preparación de José Lofiego, Escabiar se trepó a los lugares más altos del ranking de la división y ahora enfrenta un calendario generoso de aquí en adelante como para seguir demostrando sus habilidades en la milla y alrededores. ¿Habrá lugar para una nueva prueba más allá? Sin dudas debe de ser una posibilidad que se maneja de entre sus allegados, pues el Gran Premio Copa de Plata (G1) es siempre un imán muy difícil de resistir, sobre todo, porque en la media distancia y entre las yeguas ya no hay ningún G1 disponible, en un error gigante del calendario y que quizás en algún momento se enmiende.