El Clásico Junior Sprint (G3-1000 m) será la primera carrera de la tarde en Palermo; el Sprint (G1-1000 m) le pondrá el broche de oro a una tarde que regalará emociones por doquier

Como en cada edición, la velocidad tendrá su lugar por duplicado al cabo de la XXX edición de las Carreras de las Estrellas, abriendo y cerrando el show. Casi simbólico es ya que el Clásico Estrellas Junior Sprint (G3-1000 m, arena), para productos, le de el puntapié inicial a cada jornada de la serie, al cabo, la rica historia de estas competencias comenzó con Gold Spring (Gold Trojan) ganándolo, aquella tarde de 1991 en el Hipódromo de San Isidro. A la hora de clausurar la fiesta, serán los caballos más veloces del país los encargados de hacerlo, de la mano del Gran Premio Estrellas Sprint (G1-1000 m, arena), que buscará un nuevo rey, ya que esta vez no correrá Elogiado (Archipenko), el ganador de las dos últimas versiones y que podría haber intentado igualar la hazaña de Wally (Southern Halo), el único ejemplar que se llevó tres ediciones consecutivas.

Como ocurre con el Juvenile (G1) y el Juvenile Fillies (G1), el Junior Sprint verá a muchos productos hacer su debut en las pistas, una marca distintiva en las Estrellas de pandemia. De allí que entonces las preferencias recaigan sobre aquellos que ya han visto acción, una ventaja importante.

En febrero, Zamindar Quit (Remote) (foto) se había dado el lujo de salir de perdedor en el Clásico Guillermo Kemmis (G2), bajo las mismas circunstancias que le toca enfrentar ahora, aunque luego no respondió como se esperaba cuando se estiró hasta los 1200 metros del Santiago Luro (G2), quedando quinto.

Esa tarde llegó inmediatamente detrás de Splendid Key (Key Deputy), al que justamente había dejado segundo en el Kemmis. Este último es otro de los que regresará, para pedirle revancha.

Jungle Lord (Endorsement) le ganó debutando por 2 cuerpos a Zamindar Quit antes del parate, y ahora se reincorpora también con ganas de desquite. Y no se puede pasar por alto las presencias de la potranca Nashin Blue (Le Blues), tercera en el Clásico Carlos Casares (G3) tras imponerse en su estreno, y de su hermano paterno Luthier Blues (Le Blues), que fue una máquina para salir de perdedor en su segunda actuación por 11 cuerpos.

El Sprint, por su parte, verá competir un lote de amplia experiencia y donde sobran los candidatos. Por supuesto, como hay que quedarse con uno, ese honor le corresponde a la yegua Sweetest Dream (Sebi Halo), que con el número 15 en su mandil intentará cosechar el primer triunfo de G1 de su campaña.

Titular de los clásicos Olavarría (G3), Ocurrencia (G3) y La Troienne (L), fue tercera tres veces en este nivel: primero en el Gran Premio Ciudad de Buenos Aires (G1), luego en el Gran Premio Suipacha (G1) y, en su salida más cercana, hace 9 meses, en el Gran Premio Félix de Alzaga Unzué (G1).

Cómodo vencedor del campeón Springdom (Sebi Halo) en el Gran Premio Maipú (G1) de 2019, la atropellada de Art Show se mostró por última vez en enero, cuando portando imposibles 64 kilos corrió fenómeno para escoltar desde 1 1/2 cuerpo a Huracán Estival (Hurricane Cat) en el Handicap Liloy. Su experiencia en este plano resultará fundamental.

El Stud Rubio B. presenta una yunta de yeguas bravísima con Humorada Negra (Emperor Richard), la mejor velocista en La Plata, y la experimentada Queen Liz (Lizard Island), escolta de la misma Pura Bellota (Manipulator) con la que ahora volverá a cruzarse hace un par de semanas en el Clásico México (G3).

Tanto As del Paraíso (Angiolo), cuanto La Reliquia (Qué Vida Buena) y Sansón Greeley (Horse Greeley) están habilitados para sorprender.