El hijo de Invasor y la hija de Brujo de Olleros ganaron los clásicos de Maroñas

MONTEVIDEO, Uruguay (Especial para Turf Diario).- Invasor (Candy Stripes) y Brujo de Olleros (Wild Event) son dos mojones en la historia moderna de Maroñas. Quizás los dos más talentosos ejemplares vistos en tiempos recientes por el hípico uruguayo, ambos luego también de actuación trascendente en el exterior, disfrutaron este domingo de sus primeros resultados resonantes en la reproducción, está claro, no por obra de la casualidad.

El primer hijo importante del crack rioplatense encontró nombre y se llama Lamborghini y devastó a sus adversarios en el Clásico Criadores Nacionales (G3-1800 m, arena). En tanto, pisó fuerte en el Sarandí (G3-1800 m, arena) Found Paulina, para alegría de todos aquellos que aguardaban ver lucirse una cría de Brujo de Olleros.

Los dos padrillos viven juntos en el Haras Cuatro Piedras, y allí seguramente se festejó grande el “doblete”. La confianza de Pablo Salomone tuvo respuesta en la pista, esa que siempre es tan necesaria. Lamborghini y Found Paulina dieron la sorpresa en un momento sensible del proceso selectivo, proyectándose hacia los grandes premios Jockey Club (G1) y Selección (G1), respectivamente, donde deberán darle pelea a los referentes generacionales, en una historia más dura; mucho más dura.

Lamborghini fue implacable para vencer por 5 1/4 cuerpos a Trancaferro (Alcorano), con el brasileño Old Shipman (Midshipman) en tercera posición a la cabeza, mientras el favorito Es Fever (Texas Fever) daba un nuevo paso en falso llegando apenas sexto a 9 1/2 largos del vencedor, descolorido. Del Stud Mocambu y con madre Ski Champ, el zaino que prepara Néstor Chávez encuentra en el aumento de distancia un aliado fuerte, como para pensar en seguir mejorando cuando lleguen los dos kilómetros.

Found Paulina, en tanto, dio un salto de calidad luego de una anodina gestión condicional para batir por pescuezo y pescuezo a la argentina Encerada (Señor Candy) y New Julia (Brz-Gloria de Campeao). 

Jorge Rey prepara a la reservada del Haras La Ilusión, cuyo tiempo de 1m48s45/100 fue casi dos segundos más lento respecto del 1m46s59/100 que estableció Lamborghini, dato que realza, sin dudas, la gestión del potrillo.