Blue Prize (foto), Vale Dori, Wow Cat, Robert Bruce, Hi Happy, Quarteto de Cordas y Smart Choice corren hoy la Breeders’ Cup

LOUISVILLE, Kentucky (De un enviado espcial).- Hay una palabra que describe a la perfección la sensación que cubrirá al turf sudamericano esta tarde en Churchill Downs, durante el segundo día de la 35ta. edición de la Breeders’ Cup: orgullo.

Con su economía mayormente limitada, con una enorme cantidad de hombres que saben todo sobre su profesión, pero, por sobre todas las cosas, con un amor incondicional hacia la hípica, esa actividad puro corazón y puro sacrificio verá hoy coronada su historia con 7 de sus representantes como parte de la serie de carreras más importante del mundo, un hecho inédito y, ojalá, no irrepetible.

Los que hablan de “números” en las carreras ignoran al turf sudamericano, no lo consideran competitivo, lo ponen a un lado; le exigen a sus caballos demostrar, confirmar y reconfirmar para merecer una posición lejana en el grupo de los mejores. Pero parece que las cuentas en este temita de las carreras de caballos lejos están de ser referencia. No habrá un sólo ejemplar australiano compitiendo en los Estados Unidos hoy, y de Asia la única referencia será el japonés Yoshida (Heart’s Cry) en el Classic (G1). Ni siquiera una potencia como Francia logró enviar tantos créditos.

Pero hay un dato más que importante entre tanta euforia y es que las presencias nuestras no serán, mayormente, un simple relleno. Hay chances ciertas, importantes de triunfo o figuraciones destacadas. Lejos está de ser un “deseo”, sino que son las “tabuladas” las que lo dicen.

El Breeders’ Cup Distaff (G1-1800 m, arena), el Breeders’ Cup Turf (G1-2400 m, césped) y el Breeders’ Cup Filly & Mare Turf (G1-2200 m, césped) se seguirán con el corazón en la boca desde los países de la OSAF, con algún otro agregado nuestro con jockeys, cuidadores y padrillos de origen latino que también buscarán la gloria.

¿Dónde está para Sudamérica la mayor esperanza? No hay dudas que en el Distaff, donde Blue Prize (Pure Prize), Vale Dori (Asiatic Boy) y Wow Cat (Lookin At Lucky) conforman una delantera para ilusionarse. Estarán a la par de Monomoy Girl (Tapizar) y Abel Tasman (Quality Road), es cierto, dos yeguas, fenomenales, pero “las nuestras” también tienen lo suyo.

Blue Prize está impecable, fuerte, agrandada, y tiene en Ignacio Correas (h.) un entrenador que sabe lo que hace, que trabajó para hacerla llegar en el pico de su rendimiento y que grita su ilusión a los 4 vientos: “Por supuesto que es una carrera brava, pero ella también lo es”.

Reciente ganadora del Spinster Stakes (G1) en Keeneland, la hija de Pure Prize volverá a reunirse con el rudo jockey Joe Bravo para volver a darlo todo en la pista que más le gusta. Bajo las torres gemelas de Louisville, la alazana corrió 5 carreras y ganó 3, llegando segunda en las dos restantes. Si se le suma un andar en privado notable, imposible no ubicarla entre las máximas candidatas.

Vale Dori volvió a ser Vale Dori después de muchos meses en el momento ideal. Fue hace unas pocas semanas en Santa Anita Park, donde ninguna de sus rivales pudo alcanzarla en el Zenyatta Stakes (G1), incluída Abel Tasman, que esa tarde llegó última, desconocida. Yegua de nervio, complicada, le sobra experiencia a la pupila de Bob Baffert, que seguramente tratará de marcar el ritmo desde temprano o de venir al son de la banda, con Blue Prize no demasiado lejos.

Chile saca todas las banderas para alentar a la estupenda Wow Cat, que en su primera temporada de actuación en el Norte accede a la Breeders’ Cup tras llevarse en Belmont Park el Beldame Stakes (G1), ni más ni menos. Para ella la historia será aguardar por un ritmo movido y sacarle todo el provecho del mundo a su atropellada pareja.

La otra carrera superpoblada de sudamericanos será el Turf, allí donde la reina Enable (Nathaniel) es enorme candidata para ratificar su condición como el mejor caballo del mundo de la actualidad. La historia en la carrera larga sobre césped pasará por el estado del terreno, seguramente blando tras una semana y un año donde las lluvias fueron insoportables.

No es bajo esas condiciones donde mejor rinden el chileno Robert Bruce (Fast Company) y el argentino Hi Happy (Pure Prize), aquél titular del Arlington Million (G1) y el alazán dueño del Man O’War Stakes (G1) en 2018. Por allí parece pasar la clave para ambos, más allá de Enable. Si hacen pie en la cancha, seguramente van a andar cerca de los puestos más importantes, y si corren la carrera de sus vidas hasta puden dar pelea un poquito más arriba.

Con ellos saltará a la cancha el brasileño Quarteto de Cordas (Rock of Gibraltar), héroe en el último Grande Premio Brasil (G1) de Gávea, en Río de Janeiro, pero que llegó hace sólo unas semanas a los Estados Unidos para correr el Turf y luego seguir camino hacia Singapur, desde donde fue adquirido. Sin aclimatación, en un baile durísimo, habrá que ver si su indudable calidad es capaz de sobreponerse a las ventajas que entrega.

Y completando el combo sudamericano aparece la argentina Smart Choice (Grand Reward) representando a Perú en el Filly & Mare Turf. Todd Pletcher la puso a punto y ahora todo será responsabilidad de la yegua del Stud Starbucks, que después de su triunfo en el Clásico Pamplona (G1) de Monterrico.

En su camino estará la estupenda Wild Illusion (Dubawi), carta de Godolphin con sólidos antecedentes en Europa, además de Sistercharlie (Myboycharlie), que cumplió una gran campaña esta temporada.

Orgullo es la palabra clave. Orgullo por ver al turf sudamericano con semejante presencia en la Breeders’ Cup; y orgullo por ser parte de una hípica que no tiene tanta plata, pero sí tiene mucho corazón.

Diego H. Mitagstein